Para lo segundo, puntualizó Cedeño, está el estadio Jocay, que sigue destruido; y las decenas de familias que aún no reciben ayuda para construir o reconstruir sus casas afectadas por el sismo de 7,8 grados. 

En ese último caso entran las familias que habitaban en los cinco condominios de Manta, y a quienes el Gobierno les ofreció ayuda para construir y reparar los departamentos. 

Mirian Ponce es una de ellas. Habita en uno de los bloques de la ciudadela El Palmar, pese al riesgo que representan los daños en la estructura. Es la única moradora del edificio. Dice que está allí porque no tiene otro lugar a dónde ir y porque no esperará más lo ofrecido. Cree que le tomaron el pelo con la promesa hecha, ya que no recibe ningún tipo de ayuda.  “Ya no pienso andar pidiendo limosna al Gobierno para poder levantarme”, enfatizó Ponce. Su caso se multiplica por otras decenas de familias que, incluso, se quedaron sin casas tras la demolición de 14 bloques. 

Katiuska Miranda, ministra de Vivienda, informó que se continúa analizando una alternativa para asistir a estas familias. Dijo que se han entregado 6.866 bonos de viviendas en Manta, aunque no precisó cuántos están en ejecución.

Otro ´punto de vista. Geovanny Soria, habitante de Tarqui, cree que la reconstrucción ha avanzado a buen ritmo. A su criterio, una ciudad golpeada por un terremoto requiere de, por lo menos, tres años para reconstruirse. 

Para Soria, lo que hoy se observa en Manta es un trabajo de reconstrucción que presume durará no más de dos años.  

El Comité de Reconstrucción informó que los trabajos de alcantarillado en Tarqui y Los Esteros tienen un avance del 43% y estarían listos en diciembre. 

Estefanía Macías, concejala del cantón, explicó que un ejemplo del avance efectuado es el nuevo hospital del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS), obra que se prevé estará lista a finales de octubre. La casa de salud, valorada en 60 millones de dólares, será de 150 camas, tendrá 40 consultorios y una unidad de hemodiálisis, recordó, informó Jesús Loor, director provincial del IESS.

A la reconstrucción de Manta hay que sumarle el Nuevo Tarqui, una zona comercial que albergó a 1.800 comerciantes, se levantó en cuatro meses y costó más de 13 millones de dólares. 

Pero el edil Fernando Pico sostiene que la reconstrucción no ha sido muy efectiva. Para él, la muestra de aquello es que a diario se ven damnificados quejándose por el lento trabajo. Además puso como ejemplo el aeropuerto Eloy Alfaro, que continúa recibiendo a pasajeros bajo carpas.