Pasando por alto la corrupción en cada uno de  los gobiernos que los ciudadanos no pudimos detener,  se concentran ahora en la lista de Odebrecht que aún no existe judicialmente, sin abandonar la estrategia usada desde el  inicio, la necia comparación con Venezuela pues en Ecuador, lejos de estatizar empresas privadas, más bien se está incentivando la creación de industrias y la exportación, ya no solo de productos  primarios, se  apunta a la industrialización. Contradicciones,  pues han dicho también que se han privilegiado grandes empresas. Esas grandes empresas generadoras de empleo tienen capacidad de obtener y de responder por créditos altos. Los pequeños emprendimientos tienen apoyo financiero a través de BanEcuador. En ningún Gobierno anterior se logró respetar la propiedad privada legalmente adquirida por no tener la fuerza que ha tenido el Gobierno, hiperpresidencialista para los opuestos. Es que la Comandancia en Jefe de las FF.AA. no pasaba del libraco constitucional. Se ve  la ingratitud de hacendados  con grandes extensiones de tierra productiva invadidas que solo este Gobierno pudo desalojar.

Solo con un ejemplo se puede ilustrar los casos y cosas de la época pasada. Un terreno usurpado,  con historia de dominio desde los años 40,  lejos de que la fuerza policial desalojara al traficante  y a los invasores, el  gobernador aconsejó  acciones  judiciales,  que   frecuentemente eran abandonadas por  falta de atención.

Volviendo al caso Tintori, existe una prohibición expresa en la Ley de Movilidad, consta que venía a respaldar al binomio coideario. Quienes vieron su lucha comprendían lo que cualquier buen  cónyuge haría, sea islámico, de ultraizquierda o de ultraderecha. Pudo venir en cualquier momento, pero justo ahora y como acompañante del binomio opositor, en clara intromisión política, imposible que fuera aceptado. La autoridad es para ejercerla.

La autoridad fue ejercida en la misma forma por el  gobernador  llamado Guillermo Lasso durante el Gobierno de Jamil Mahuad, el que aceptó financiamiento bancario, raíz última de la debacle que vendría.  Lasso, consta en periódicos afines a él, deportó a un experto venezolano, casualmente, por criticar la política económica.