Precisamente en Cañar se produce una, denominada ‘Tayta Buerán y Mama Zhinzhona’, que habla sobre el amor de dos cerros, muy celosos el uno del otro.

Relato. En Quinuapata, provincia de Cañar, el Taita Buerán es un lugar sagrado para el pueblo cañari. Se cuenta que cuando no llueve en Taita Buerán, la gente que vive en sus alrededores se muere de hambre y de sed.

Taita Buerán toma forma humana y hasta hoy quienes se han encontrado con él lo describen como un hombre pequeñito, de pelo rubio, vestido con ropa de lana; se dice que lleva un pantalón, poncho y un sombrero de color zhira -blanco con pintas negras-.

Su aspecto. Es muy elegante, siempre cargando un wallu, un botón de oro. Pero no toda la gente se encuentra con él, solo las buenas personas; a ellos, Taita Buerán les premia regalándoles parte de sus riquezas.

Cuando hay neblina y viento frío, se conoce que Taita Buerán está triste porque se ha peleado con su mujer, Mama Zhinzhona, quien se pone celosa porque piensa que le traiciona con Mama Charón-Charón.

Es por ello que en la provincia de Cañar hay muchos cerros de diversos tamaños.

Un premio a la bondad. Cuando la gente es buena, Taita Buerán les hace entrar en su casa, que está situada dentro del cerro, ahí tiene amontonado oro, comida, papas cholas, plantas medicinales y todo tipo de riquezas.

Taita Buerán sale a recorrer el cerro cuando se ha peleado con Mama Zhinzhona y suele encontrarse con la gente de la comunidad que realiza sus faenas y traslada el ganado a los alrededores del cerro. Entonces, los desaparece y hace que aparezcan en las faldas de Mama Zhinzhona, como un gesto hacia ella, para que lo perdona por su mal comportamiento.

Mama Zhinzhona. En cambio, la Mama Zhinzhona sale de su cerro y siempre espera que Taita Buerán le vaya a visitar.

Las lagunas que están en los alrededores de Mama Zhinzhona son celosas y resentidas, según dicen los mayores, se comen a la gente; afirman que el secreto para no ahogarse en ellas es correr y correr hacia abajo, para que las aguas sigan y ya no puedan regresar.

Pero si uno camina hacia arriba, está perdido, Mama Zhinzhona saca sus truenos, envía sus rayos y hasta grandes alas para que las personas se ahoguen en las hondonadas del cerro.

Creencia. Para la gente de la comunidad, el Taita Buerán está vivo y tiene su guardadito, por eso, cuando van a sembrar lo primero que hacen es santiguarse y pedirle permiso para desyerbar, aparcar y cosechar. 

Si él concede el permiso la sementera es linda, pero si no, cae una helada y mata toda la siembra.