Pero la suerte no siempre es igual para los pacientes. El año pasado una persona murió y otra perdió un miembro de su cuerpo porque llegaron demasiado tarde, 72 horas después del accidente, cuando el veneno había causado graves daños en su organismo, indicó Rodríguez.

Según las estadísticas, esta casa de salud atendió 34 casos en el 2015 y 19 casos en el 2016 de personas mordidas por culebras.

Precauciones. Es época de serpientes y ante una mordedura el médico dijo que “lo mejor que se puede hacer es no hacer nada”.

La recomendación obedece a que todavía hay gente, en especial en la zona rural, que acude a curanderos, cuando lo que deben hacer es buscar inmediata atención médica en las unidades de salud.

Se les dice que lo mejor es no hacer nada porque se ponen hidrocarburos, limón, cremas, pomadas y se aplican torniquetes, lo que es vez de ayudar complica la situación, explicó.

Riesgos. “El veneno va a través de los capilares sanguíneos y los vasos linfáticos y más bien el torniquete causa daño porque disminuye la circulación y como el veneno tiene sustancias que causan necrosis, el daño a los tejidos es mayor”, explicó el emergenciólogo. 

Entonces, lo que hay que hacer es trasladar a la persona al hospital porque el veneno empieza a hacer efecto media hora o una hora después y hay tiempo de actuar, dijo. 

Explicó que hay más riesgo cuando la mordedura es cerca de la cabeza de la víctima porque tiene mayor volumen de distribución y al acercarse al corazón produce más daño a nivel sistémico y más complicaciones.

Casos. Ángel Tobías Bazurto sabe lo que es sufrir una mordedura de culebra, al punto que no quiere hablar de eso. 

Su esposa Mercedes Vinces contó que en el invierno del año pasado estaba cortando monte y pisó a la serpiente, que lo mordió. No tenía protección porque cargaba zapatos de lona.

“Salió de la finca y fue a buscarme, en menos de una hora estaba en el hospital con fiebre, escalofríos y dolor en el cuerpo; lo atendieron rápido, estuvo 24 horas y salió al dia siguiente”, contó Vinces.

Dijo que nunca pensaron en buscar un curandero porque saben que eso puede causar la muerte.

Ahora Bazurto toma precauciones, utiliza botas y se fija cuando va a apartar el monte. No quiere repetir la amarga experiencia de hace un año, dijo su esposa.

Peligro. En la ciudadela Río de Oro de Portoviejo, junto al canal del mismo nombre, habitan numerosas familias que tienen temor por las culebras que salen a todas horas.

Estrella Alcívar dijo que las culebras pasan tranquilamente, cruzan de un lado a otro muy orondas y no han mordido a nadie, hasta el momento.

En Loma de los Vientos, en la vía a Manta, y en los lugares donde la maleza crece, la situación es similar, por lo que hay que tomar precauciones extremas para evitar ser víctima de una culebra.

Suero. Un antisuero (o suero antiofídico  si se trata de mordeduras de serpientes) neutraliza el veneno, deteniendo un mayor daño, pero no invierte el problema ya causado.

Por lo tanto, debe administrarse tan pronto como sea posible después de que el veneno ha sido inyectado. Desde el advenimiento del antisuero, algunas mordeduras que eran antes inevitablemente fatales se han hecho solo rara vez mortales, siempre que el antisuero se haya administrado con suficiente rapidez. 

Melba Morales, directora de Vigilancia de Salud Pública de la Zonal 4 del Ministerio de Salud Pública, indicó que las unidades de salud están abastecidas de suero antiofídico. “Si alguno estuviese desabastecido depende de que no haya pedido oportunamente aquí en la zona. Pero eso es imposible porque nosotros monitoreamos de manera permanente el stock de sueros antiofídicos. Sobre todo de las unidades hospitalarias, porque los sueros antiofídicos deben ser manejados a nivel hospitalario”, explicó.