Estas se las debe a las quimioterapias a las que fue sometida desde los 17 años, cuando se enteró que tenía cáncer de lengua.

“A mí me cortaron la mitad de la lengua y desde allí tuve que pasar por un proceso para aprender a hablar nuevamente”, cuenta Corina.

La tosagüense destaca que haber sido diagnosticada con esta enfermedad no fue algo que la deprimió, ya que el cáncer unió más a su familia y los fortaleció.

Recuerda que a los 17 años tenía muchas ganas de “ser libre”, como todos a esa edad, sin embargo tuvo que madurar antes de lo previsto para asumir su enfermedad.

“Cuando uno tiene tan de cerca la muerte empieza a valorar la vida. Por eso quiero compartir ese mensaje con la gente: vive cada día al máximo”, dice la estudiante de Economía.

Su vida cambió. Decir que tiene una comida favorita es muy difícil para Corina, pues como secuela del cáncer perdió el sentido del gusto. “Recuerdo muchos sabores, pero ya no los puedo asimilar; sin embargo, sé que el plátano y el maní han sido mi debilidad”, destaca la ex Niña Manabí 2003 y ex Reina de Tosagua 2013.

La meta. Corina es una de las cuatro manabitas que buscan el título de mujer más bella del país y está consciente del alto nivel de competencia que tienen todas las aspirantes a Miss Ecuador, pero eso no la detiene, pues ella es una luchadora y ha ganado más de una batalla. 

Confiesa que en su familia le inculcaron a participar en certámenes de belleza como un medio para aportar a la sociedad.

“Ser Miss Ecuador es un sueño porque creo que desde aquí podré ayudar a muchas personas compartiendo mi experiencia de vida. Tengo mucho que aportar”, destaca.

Su labor. En caso de ganar el Miss Ecuador, Corina dice que su principal objetivo sería trabajar con las personas con cáncer, pero también con sus familias. 

“Yo, que lo viví de cerca, sé que es importante trabajar con los familiares de los pacientes oncológicos, pues ellos viven momentos muy duros durante este proceso”, añade Corina.