Su edad todavía sigue siendo un misterio, pero su figura es un símbolo de la conservación de las especies y de la teoría de la evolución de Charles Darwin.

“El Solitario George”, conocido así porque fue el último ejemplar de su especie, tendrá su morada en el centro de reproducción y crianza Fausto Llerena. Para llegar hasta allí, los turistas que quieran acompañar al reptil deberán recorrer “La Ruta de la Tortuga”, un sendero habilitado por el Ministerio de Ambiente y el centro de crianza.

Durante el recorrido, de unos 400 metros, los foráneos y ecuatorianos podrán observar cuatro estaciones con diferentes temáticas, en las que se habla del quelonio y de las investigaciones que desarrolló Darwin en el país.

El trayecto fue inaugurado la semana pasada y creado con madera inmunizada con piedra volcánica. Al final de la ruta se llega a la “sala de la esperanza”, la morada final del George, donde permanece el último ejemplar de la especie de la isla Pinta “chelonoidis abingdoni”.

Durante años se intentó que el reptil deje descendencia, pero su destino fue morir solo. Ahora en el centro de crianza su compañía serán los turistas nacionales y extranjeros que quieran conocer al símbolo del archipiélago.

Retorno. La tortuga retornó al país el pasado 17 de febrero totalmente embalsamada. 

George fue sometido a un proceso de taxidermia para conservar su cuerpo luego de su muerte por causas naturales el 24 de junio del 2012. El quelonio fue congelado a 50 grados bajo cero para que no se dañaran sus tejidos.

Después de cinco años la tortuga llegó en una caja de 1,50 metros de alto por, 1,30 metros de ancho al país. El ejemplar fue exhibido desde el 18 de septiembre del 2014 hasta el 5 de enero del 2015 en un museo de Nueva York. Después pasó al centro de apoyo de George Dante, hasta que se habilitó en el país un lugar para que repose el solitario George.

En la choza existen condiciones específicas para la conservación del animal disecado, declarado como bien patrimonial del país.