Cristy McCarthy, líder del proyecto, manifestó que esta idea nació de Víctor Hugo Zambrano y de Patricia Gómez, moradores de Briceño, quienes observaron el trabajo realizado anteriormente en Canoa y se sintieron motivados a buscar la forma de que en Briceño se repita este proyecto.

“Fue así que con ellos coordinamos la llegada de los artistas (nueve hombres y tres mujeres) que se hospedaron en el hostal Briceño y durante seis días alcanzaron a pintar 25 murales y tres muros de la localidad”, dijo McCarthy. 

Para esta actividad se necesitaron ocho canecas de pintura y más 200 latas de spray de todos los colores.

Sowyth (nombre artístico), artista de Zamora Chinchipe, manifestó que él pintó varios muros, los ojos de varios niños de la localidad, que expresaban muchos sentimientos.

“También quise reflejar parte de nuestra tierra como un sentido de pertenencia. Esperemos que estos murales sirvan de mucho en esta temporada de carnaval”, concluyó Sowyth. 

Patricia Gómez, mentalizadora del proyecto, manifestó que ver cómo había quedado Canoa con este proyecto “concibió en nosotros una envidia sana, de que Briceño también podía mejorar su imagen”. 

“Hicimos los esfuerzos para solicitar ayuda y reunir los fondos para la pintura y para el pago de la alimentación de los artistas durante su estadía, así como el hospedaje de ellos en Briceño Mar”, mencionó Gómez.

Los propietarios de los restaurantes se mostraron contentos con el trabajo realizado. 

Genoveba Carrillo, de Briceño Bar, dijo que el lugar cambió su imagen.