Actualizado hace: 936 días 23 horas
Diversión
La bazuca sacó del juego a los tubos de agua

A Dimas Bazurto le brillan los ojos cuando recuerda los tiempos en que improvisaba un chisguete para jugar en carnaval.

Martes 21 Febrero 2017 | 04:00

En esos años, la década de los 80 y 90, niños y adolescentes solían recurrir a los tubos de agua potable para hacer sus juguetes. Cortaban un metro de tubo, le hacían un corcho con zapatillas y luego cortaban el palo de la escoba para extraer y expulsar el agua.

“Era una forma de diversión sana. En la barriada buscábamos tanques y los llevábamos junto a la vía para mojar al que pasaba”, dijo.
Expresó que el tubo preferido era el de tres pulgadas y “marchaban” todos aquellos que se encontraban en algún patio sin prestar servicio.
>ACTUALIDAD. La tecnología también se fijó en el carnaval. 
En los diversos puestos existentes se exhiben los juegos para divertirse en carnaval. 
Pachay Molina, en la parroquia Picoazá, muestra orgulloso la colección de bazucas de agua para sus clientes. 
Dijo que no tienen vigencia en las personas y siempre para esta época aparecen chicos y grandes buscando su arma para “vacilar” el carnaval.
La más grande de ellas, aseveró, cuesta 22 dólares. “Es de plástico, se recarga en el mango, puede retener tres litros de agua y lanzarla a un metro y medio de distancia”, precisó.
En su puesto también tiene otros juegos de menor tamaño, así como la infaltable espuma.
Variedad. Helena Saltos también le apuesta a la tradición. En su establecimiento, en la calle principal de Picoazá, tiene pistolas y mochilas para lanzar agua.
“Hay para todos los gustos, y con precios que van desde los 50 centavos hasta los 10 dólares”, citó.
En su local cuenta con globos listos para llenar de agua. “Por lo general los adultos son quienes vienen a comprar chisguetes para jugar en el carnaval”, indicó Saltos.
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