El técnico del Granada, Lucas Alcaraz, alineó a un mexicano (Guillermo Ochoa), un francés (Dimitri Foulquier), un camerunés (Martin Hongla), un islandés (Sverrir Ingason), un uruguayo (Gastón Silva), un español (Héctor Hernández), un nigeriano (Uche), un ghanés (Wakaso Mubarak), un brasileño (Andreas Pereira), un marroquí (Carcela-González) y un colombiano (Adrián Ramos).

El equipo rojiblanco ya había estado a punto de protagonizar este hecho en encuentros anteriores, aunque se había quedado en un par de ocasiones en diez nacionalidades diferentes en su once titular.

Curioso. De las once nacionalidades existen dos casos curiosos, pues Carcela y Andreas Pereira nacieron en Bélgica, pero poseen pasaporte marroquí y brasileño, respectivamente.

Hasta la fecha había sido habitual en el fútbol español jugar con todos los futbolistas extranjeros -algo que por ejemplo ha hecho el Sevilla esta temporada- gracias a los pasaportes comunitarios.

Pero nunca había ocurrido esta circunstancia de la cual fue protagonista el equipo nazarí.

Algo, por otro lado, bastante probable que ocurriese esta campaña dado que el Granada cuenta con 17 nacionalidades distintas en su plantilla. Una auténtica Torre de Babel.

El entrenador del Granada es el español Lucas Alcaraz y el club pertenece al chino Jiang Lizhang, copropietario de la franquicia NBA Minnesota Timberwolves.