Dijo que el sector es antiguo y está frente al Comando de la Policía, al que solo lo separa la carretera principal que va  a Crucita.

Actualidad. La moradora alertó que en invierno es cuando los problemas se agravan. 

Así dijo, ahora es casi imposible transitar por la calle 2 de Septiembre, que es de tierra, pero con las lluvias se ha convertido en un lodazal, igual sucede en otras arterias del lugar, incluso la única asfaltada, que es la Víctor Vélez, que empata con el paso lateral y se afecta cuando hay rebose de un colector de aguas lluvias, lo cual no permite el tránsito normal e inunda todo a su paso. 

Recordó que su embarazo se complicó debido al mal ambiente. “El mal olor cuando se juntan las aguas lluvias con la de los pozos sépticos es grave”, mencionó. Por eso ella y otros vecinos sí han analizado la posibilidad de irse a otro lugar de la ciudad donde sí existan servicios básicos, destacó.

Reclamos. Juana Forty agregó que aunque pagan por servicios básicos no los tienen.

Carlos Ponce, quien vive en el sector desde hace 59 años, coincide en que las inundaciones con las aguas lluvias, que se mezclan con las aguas residuales, son la afectación más grave del lugar, dijo que para evitar que el agua ingrese a las casas todos los vecinos han construido pequeños muros de cemento en la puerta de entrada y así el agua pasa sin ingresar; sin embargo, dijo que hay ocasiones que se filtra y todo se afecta.

Mencionó que en su caso analizan si la insuficiencia renal que padece tiene que ver con al mal ambiente del lugar.

Destacó que sí tienen agua potable, pero en ocasiones llega negra.

Dijo que aún así, con todas esas carencias, El Negrital se ha poblado vertiginosamente, al punto que hay urbanizaciones privadas donde también hay quejas. Recordó que han realizado varios reclamos, incluso en una ocasión cerraron la vía; sin embargo, esperan que los atiendan con las obras y así dejen esa estampa rural que ahora tienen y pasen a una urbana, pues, insisten, viven en la capital de Manabí.