Comencé en Fiscalía por mi especialidad, soy un criminólogo. Gané un concurso de méritos para ser fiscal general en Pichincha cuando Correa políticamente no existía. A Correa no le debo nada, desde el punto de vista de la amistad hoy no podría afirmar, al menos categóricamente, si es mi amigo un hombre que ha sido desleal a sus principios y con quienes más allá de los intereses de grupos defendimos intereses patrióticos.  

No sé si usted tiene constancia de que eso haya sido así. Lo que sí le puedo decir de manera categórica es que gané un concurso de méritos y oposición en diciembre del 2006. Cuando llega Correa y gana las elecciones la terna se enviaba al Congreso, llegué con una diferencia de 30 puntos. No tengo doble moral, no me eligieron por mi amistad. Jamás he pedido ni al presidente ni a nadie que me nombren fiscal. 

Si ser tibio es hablar cuando se tiene fundamento, pues entonces que lo digan. No soy un aprendiz de fiscalizador, yo fiscalicé y sí sé cómo hacerlo. Algunos le están mintiendo al país diciéndole que van a ordenar la detención de Correa, de sus ministros. Pueden tener razón, pero jurídicamente eso no es posible porque para que se ordene la prohibición de salida se requiere que haya un proceso penal en ciernes, lo que se llama indagación previa. ¿Lo tienen? No lo tienen, de manera que no dicen la verdad. 

Denuncié el saqueo del archivo y acusé en el caso Palo Azul. Mi actuación en Angostura no puede estar en duda, tuve una actitud patriótica, fui quien instruyó en los juicios penales contra las principales autoridades colombianas. Los casos de Fabricio Correa no se ventilaron en la Fiscalía porque ninguno de esos hechos tenía carácter penal; los contratos son de carácter civil, la fiscalía es titular en materia penal. Si hubo sobreprecio los encargados son Contraloría y Procuraduría. 

Requiere toda la atención de cualquier Gobierno y más aún lo va a tener en nuestra administración. Justamente como homenaje a Manabí escogimos un manabita como binomio (Alex Alcívar). Manabí ha sido provincia agrícola, pesquera, semiindustrializada, requiere obras fundamentales para el desarrollo. 

Lo que tenemos es un inmenso terraplén, eso tendrá que ser motivo primero de una auditoría. En una provincia con tanto déficit habitacional hay que pensar en un programa de vivienda. Veo imposible, más aún cuando las reservas petroleras de Ecuador están entre 11 años máximo.  

Asistencia técnica, insumos, agroindustrialización, apoyo a los artesanos, a los emprendedores, a los campesinos, para que no sea la provincia de mayor migración  y evitar el éxodo masivo que crea un problema social, adicional al económico.  

Reabriendo las escuelas rurales que fueron cerradas a propósito de la creación de unidades del milenio porque propician el analfabetismo regresivo. Con la formación generacional docente, pagando un sueldo digno, volviendo a los institutos técnicos. La educación está ligada al desarrollo nacional, a la producción. 

Universalizar el acceso al sistema de salud. Los hospitales públicos, el Seguro Social y el sector privado que tiene una oferta hospitalaria deben actuar de manera articulada, formando el sistema integrado de salud para que no haya tanta mortalidad infantil, materna. Esto debe ir acompañado de infraestructura sanitaria como alcantarillado y agua potable.