Alcívar indicó que atendieron 35 sitios de las parroquias Santa Rita, Ricaurte y San Antonio, donde se verificó que unas 401 familias fueron perjudicadas por las inundaciones, y 42 familias resultaron damnificadas. Ante ello se destinó un recurso humano, compuesto por 248 personas, y 97 maquinarias para trabajar en las zonas afectadas.

Acciones. El alcalde explicó que sectores como Río Santo, Garrapata, Garrapatilla, Los Ángeles, San Pablo fueron afectados con deslaves de gran consideración, y también las zonas turísticas como los balnearios de agua dulce quedaron bajo montañas de lodo, y en el sector urbano como El Vergel, Bellavista Alta, Bellavista Baja, también hubo desplazamientos de tierra, lo que afectó también a varias familias.

Mariana Buenaventura, directora de Obras Públicas del municipio, manifestó que se despejaron tres palizadas del río Garrapata, y eso ocasionó que el afluente se desbordara e inundara a La Estrella, San Andrés, El Mate; es así que en esos sectores hay una máquina levantando muros en las riberas del río, para no permitir que este entre cuando crezca.

Atención. Katiusca Saltos, directora del distrito de Salud Chone-Flavio Alfaro, indicó que pese a las afectaciones que se han presentado el Ministerio de Salud Pública, a través de sus unidades operativas,  no ha dejado de atender y que desde el jueves se pudo llegar a los habitantes del sitio San Pablo, donde se atendió a 92 personas. 

Por su parte Raúl Andrade, director distrital del MIES, dijo que en Río Santo se estableció un refugio temporal para 12 familias, compuestas por 50 personas, que fueron afectadas por los deslaves. Ellos no tuvieron pérdidas  pero se sentían inseguros, así que los llevaron a una zona segura, sostuvo el funcionario.