Julio Loor vende la funda de palo santo a 50 centavos. Su local se ubica en el mercado número 1, a un costado del almacén Gonzalo Zambrano.  

Loor contó que el negocio suele repuntar cuando aparecen las primeras lluvias y este año no ha sido la excepción. Dice que por día vende aproximadamente 20 fundidas de palo santo. 

Todos sus clientes adquieren el producto con un mismo objetivo: eliminar los mosquitos que aparecen en lagunas o recipientes donde se acumula el agua de las lluvias. 

En el mercado se vende en fundas y en troncos de hasta 1,50 dólares.  

En el local de Charito de la Cruz hay palo santo y otras plantas naturales que también sirven para matar mosquitos, pero, según ella, es el primer producto el que reporta mayor demanda en estos últimos días. 

De la Cruz cree que esto se debe a tres razones: es económico, una funda puede durar hasta una semana y al quemarse se propaga un aroma agradable. 

Sin embargo, lo preocupante para la comerciante es que las lluvias continúen y humedezcan los árboles de palo santo. 

Si esto ocurre, agregó ella, es muy difícil poder usar, ya que la madera debe estar seca. Y  por ende el producto se acabará rápido en los mercados.

Uso. Los vendedores indicaron que para usarlo se ubican varios pedazos de palo santo en un recipiente. Luego se lo quema para que el humo se disperse por la casa. 

Es recomendable mantener cerradas puertas y ventanas para que el humo no salga del hogar. Para acelerar el proceso se puede tomar el recipiente y cargarlo por los distintos espacios de la vivienda. 

Casos. Médicos del Ministerio de Salud descartan que el humo del palo santo ocasione daños a la salud. Este método es muy común en el campo. El objetivo es eliminar los mosquitos responsables de transmitir los virus del chikungunya, zika y dengue. Estas tres enfermedades atacan ya con las primeras lluvias. 

Carmina Pinargote, coordinadora zonal 4 de Salud, reveló que en lo que va del año, hasta la semana pasada se registran en Manabí 116 casos de dengue, siete de zika y tres de chikungunya. Pinargote no descartó a futuro un incremento de cifras.