Así explica Verónica Lino, encargada de la biblioteca, quien recuerda que hace 15 años cuando ingresó a trabajar, el lugar pasaba lleno de estudiantes durante todo el día, consultando en libros de matemática, sociales, 

obras literarias y más materias.

“Era bastante concurrido”, expresa y calcula que diariamente llegaban unos 150 alumnos, pero poco a poco fueron disminuyendo.

“Hace unos cinco años que creció el boom de la tecnología, los cyber fueron aminorando la presencia de los estudiantes”, dijo.

Lino asegura que ahora sólo llegan uno o dos universitarios a investigar, o adultos mayores que llegan a leer los periódicos del día.

Promoción. En la Biblioteca Municipal sucede lo contrario.

Ángela Garay, bibliotecaria, dice que hasta el lugar sí llegan los estudiantes, 

pues también brindan el servicio de internet e impresiones de las consultas gratuitas.

Asegura que de esta manera motivan a que los alumnos asistan, y las estadísticas en los últimos años reflejan un aumento.

“En el 2015 tuvimos 2.700 usuarios que llegaron y en el 2016 subió a 3.700”, explica y agrega que mediante redes sociales también promocionan el lugar.

Diana Andrade, estudiante universitaria, reconoce que cuando estaba en la secundaria utilizó estas dos bibliotecas. Asegura que las investigaciones que 

deben realizar en la universidad tienen que ser actualizadas, por ello usan Internet.