“Él era un especialista para las carretillas, sabía ejecutarlas, sólo una vez fue expulsado”, recuerda Eduardo Vélez, quien es compadre de Ormaza. 

El ‘profe’ fue uno de los impulsores de la remodelación del Reales Tamarindos con ocasión de la Copa América de 1993. “Ramón era un hombre con tenacidad y constancia para lograr sus objetivos, para él no había obstáculos. Él gestionó la construcción y adecuación de varios estadios. La Copa El Diario sirvió como pretexto para que los cantones tengan escenarios deportivos”, dice Anselmo Demera.

Por su parte Freddy, hijo mayor de Ormaza, no escondió las virtudes de su progenitor. “Mi padre fue muy recto y organizado. Tuvo honestidad, no aceptaba que se utilizara su nombre en una autogestión que no se cumpliera adecuadamente”, mencionó Freddy. 

Tito Sierra, que era colaborador de Ormaza en el programa televisivo Comando Deportivo, señaló que en vida del ‘profe’, él le pidió un favor. “Él como que ya presentía esto, me dijo el martes pasado que si fallecía, que no dejaran morir el programa, porque el programa es un ícono de él, y que por medio del mismo la gente lo recordará siempre”, señala Sierra con emoción. 

Acto.Previo al sepelio de Ramón Ormaza, que falleció el domingo último a consecuencia de un cáncer de pulmón a sus 73 años, hubo un evento de homenaje de dos horas que se llevó a cabo en el estadio Reales Tamarindos.  

En una de las varias intervenciones que dieron se hizo el pedido a la Federación Deportiva de Manabí que la tribuna lleve el nombre de Ramón Ormaza.

La misa de cuerpo presente fue en la Iglesia Catedral y luego la sepultura en el Cementerio General de Portoviejo.