En meses pasados el Comité para la Reconstrucción y de Reactivación Productiva entregó a la Asamblea Nacional el segundo informe trimestral de la gestión que esta institución ha realizado, de septiembre a noviembre del 2016, en las provincias de Manabí y Esmeraldas, que fueron las más afectadas en el terremoto del 16 de abril.
Creo que la mayoría de los asambleístas quedaron conformes y contentos por este informe recibido; y a lo mejor no se molestaron en leerlo ni en investigar si todo lo que les dijeron y entregaron los miembros del Comité para la Reconstrucción y de Reactivación Productiva es verdad o mentira.
Este informe está escrito en 59 páginas y, según se ha dicho, se lo puede ver y leer en la pagina web www.reconstruyoecuador.gob.ec; es decir que si algún habitante de Manabí o de Esmeraldas desea saber cuánta plata se ha recogido y en qué se ha invertido hasta el momento, debe “meterse” a Internet o caso contrario esperar que en esta campaña electoral, a lo mejor algunos candidatos dirán lo que se ha hecho en beneficio de los afectados por el terremoto.
Al parecer los integrantes de ese comité ignoran que la gran mayoría de manabitas, esmeraldeños y ecuatorianos en general, no tenemos teléfonos celulares tan caros y sofisticados como los que hoy han de tener gran parte de funcionarios, para de esta manera nosotros poder ver y enterarnos lo que ellos publican y anuncian en redes sociales.
A lo mejor estos señores desconocen que hay sitios que quedan a tres o cuatro horas de distancia de las parroquias; es decir, que para que una persona salga a la ciudad a leer o hacer leer las 59 páginas del informe de ese comité en un cyber, tendrá que perder un día o poco mas de medio día de trabajo.
Sin temor a equivocarme, en Esmeraldas y Manabí hay medios de comunicación pluralistas, imparciales e independientes que tienen gran sintonía y credibilidad en sus oyentes; y creo que, por intermedio de estos, los integrantes del Comité para la Reconstrucción y de Reactivacion Productiva deben primeramente informarnos a quienes fuimos y somos afectados por el terremoto en estas dos provincias, informarnos todo lo que le dicen y entregan a la mayoría de los asambleístas, para de esta manera nosotros certificar o negar lo manifestado por ellos.
No hay que olvidarse que aún hay muchas familias que se preguntan y preguntan cuándo estará su casa, cuándo contarán con un alumbrado público eficiente, cuándo tendrán agua potable o entubada en sus casas, cuándo estarán sus calles arregladas, cuándo contarán con alcantarillado en su barrio.
Pero, sobre todo, hasta cuándo esperarán la ayuda prometida durante los días de emergencia.