El hecho, según Jairo García, ha originado la presencia de roedores que solo merman la salud, especialmente de los niños.

El citado ciudadano reconoció que obreros municipales, por medio de cuadrillas, llegan periódicamente al sector para recoger los desechos, “pero por un lado se van ellos y por el otro arriban los contaminantes. No sé cómo a terminar esto”, precisó.

Gonzalo García, otro habitante del sector, manifestó que no duda en llamar la atención de personas que a bordo de vehículos llegan a lanzar basura, quienes se hacen los sordos y siguen con su negativa.

“Hace dos meses vinieron del Municipio de Portoviejo y dejaron las cunetas limpias, pero desconocidos arriban y dejan todo sucio”, indicó el morador.