El año pasado, durante su interpretación de ‘All I Ask’, el hit de su último disco, la cantante comenzó a desafinar. 

Minutos después de la ceremonia, Adele explicó en un tuit que los micrófonos del piano de cola que la acompañaba habían caído sobre las cuerdas, generando la disonancia.

La Academia de la Grabación asumió la responsabilidad del incidente técnico. La artista, que se ha hecho famosa con sus interpretaciones dramáticas de canciones de amor, dijo poco después que al día siguiente de su actuación había “llorado casi todo el día”.

La cantante de 28 años también confesó en las redes sociales que se había consolado comiendo una hamburguesa.