Actualizado hace: 930 días 16 horas 16 minutos
Comunidad
Promueven su cultura con el turismo

La comunidad Chigüilpe busca rescatar los orígenes mediante la promoción de su cultura y sus sitios turísticos.

Viernes 20 Enero 2017 | 04:00

Los turistas llegan a las comunas con el afán de conocer a la etnia tsáchila, buscan información sobre las artesanías, el vestuario, la medicina, los rituales y todo acerca de la conformación familiar. Por eso los jóvenes de las siete comunidades se preparan mediante capacitaciones que otorga el Ministerio de Turismo, para brindar la mejor atención a los visitantes.

En el centro turístico Abraham Calazacón, ubicado en la comuna Chigüilpe, kilómetro 7 de la vía Santo Domingo – Quevedo, hay alrededor de 25 chicos, entre hombres y mujeres, que son guías; unos gustan del turismo ancestral, otros, como Emilio Calazacón, de 16 años de edad, se inclinan por el gastronómico. “Si me sigo especializando en esta área podría tener la oportunidad de participar en ferias que se llevan a cabo en otras provincias y así difundir más nuestra cultura”, indica Calazacón. 
Necesidad. Aunque los jóvenes tsáchilas han participado de capacitaciones, hay muchos que desean estudiar turismo, pero el tema económico se ha vuelto un obstáculo, pues con la agricultura no se obtienen los suficientes recursos para una carrera superior. Consideran importante que exista una escuela o universidad que avale estos conocimientos ancestrales en los diferentes ámbitos: música, gastronomía, artesanía y medicina.
También motivan a que se hagan proyectos para que los guías turísticos aprendan fotografía, video y diseño, puesto que con ello podrían crear un espacio para dar a conocer a la etnia mediante las nuevas tecnologías.
Uno de los planes coyunturales es realizar un convenio participativo con otras etnias de la Costa, Sierra y Amazonía para hacer una red de turismo que permita promocionar a la provincia y a la etnia tsáchila a escala nacional. 
Bienvenida. El papel que cumple el guía cuando las visitas llegan a la comuna es mostrar las bondades del lugar. En el centro Abraham Calazacón, las personas son recibidas por jóvenes, quienes además son los encargados de dar la bienvenida y acompañar al recorrido.
Miriam Calazacón es otra joven que incursiona en esta actividad. Comenta que tratan de brindar al turista la mejor atención desde su llegada, pero sin duda su fuerte es otorgar saberes ancestrales sobre las cosas que existen en las ocho estaciones del centro turístico.
El recorrido inicia en el sendero que está rodeado de plantas autóctonas. En la primera estación los jóvenes muestran los materiales que utilizan para pintarse el cabello y la piel; en la siguiente cabaña las mujeres tsáchilas realizan exhibiciones de cómo se hace el tejido de su vestimenta; en la próxima estación es posible darse baños de sauna y purificación.
La cuarta parada es al aire libre para conocer las plantas con las que se preparan las medicinas ancestrales; seguido está el museo arqueológico, donde los guías turísticos explican el origen de cada pieza; mientras que en la sexta estación se hace una demostración de cómo se extrae el jugo de caña. Luego está la estación donde se demuestra la música con marimba y bombo. Y para concluir el recorrido se exhiben las artesanías que son elaboradas por las mujeres tsáchilas. No obstante, los visitantes también disfrutan del mirador que hay en el lugar y de las lanzas que realizan los hombres. “Sin turistas posiblemente nada de esto se habría construido”, señala Abraham Calazacón.
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