Están justo en el área donde antiguamente funcionó el Registro Civil.  

Ahí también hay más de 150 cajas sencillas de madera que fueron elaboradas de manera improvisada por la emergencia. 

Los féretros llegaron de distintas partes del país para sepultar a las víctimas de la tragedia en aquel entonces. La ciudad perdió a 219 personas, según el reporte de la Secretaría Nacional de Gestión de Riesgos (SNGR). 

Tiempo después el municipio guardó las cajas que sobraron. Hoy todas están cubiertas por un manto de polvo, y varias de ellas se observan deterioradas. 

Bélgica Briones, ciudadana, cree que las autoridades deben empezar a regalar esos ataúdes antes de que terminen destruidos. “Para que se dañen en ese lugar, es mejor que se los den a gente pobre que no tiene dinero para comprar una caja y enterrar a sus seres queridos”, dijo Briones.      

Pero el director municipal de Higiene, Renato Medranda, negó que ese deterioro haya ocurrido por las condiciones en que permanecen los féretros. Aseguró que así (con daños) recibieron algunos de ellos. 

También afirmó que sí están entregando los ataúdes a gente de escasos recursos. Él estima que han regalado cerca de 30 cofres. 

Medranda explicó que en el lugar hay aproximadamente 250 cajas: unas son de madera y otras de metal. 

PEDIRÁ INFORME. El concejal Jhonny Mera adelantó que solicitará un informe a Higiene sobre el estado y el número de ataúdes que hay. 

Él aceptó conocer que están guardados en el mercado de Santa Martha, pero desconoció el estado en el que se encuentran y conservan. “Pediré un informe y haré una inspección al lugar para evaluar qué se puede hacer con esos cofres, porque no se pueden dejar perder, hay comunidades que necesitan esos bienes que no se están utilizando y fueron obsequiados”, manifestó el concejal. 

Enrique Vélez, ciudadano, recomendó entregar los cofres a las familias que pierdan algún pariente

Dice él que después del terremoto ha visto algunos casos de familias pobres que no han tenido dinero para comprar una caja. 

Para Vélez, es ahí donde debe intervenir el cabildo, ayudando a esas personas con uno de todos los ataúdes que se guardan. 

Otra alternativa que tiene Vélez es entregar los cofres a una fundación local para que esta se encargue de distribuirlos cuando alguien tenga la necesidad. 

Sin embargo, Renato Medranda dijo que la familia de escasos recursos que necesite una caja solo debe solicitarlo en la dirección de Higiene, ubicada en el barrio Santa Martha, mediante un oficio y adjuntando el acta de defunción de la persona a sepultar.    

Para Mirian Chóez, es una buena noticia lo dicho por Medranda, aunque, a su criterio, ha faltado difundir esta ayuda. “Yo no sabía que teníamos cajas que sobraron del terremoto y que se están entregando gratis a familias pobres. Y creo que mucha gente tampoco lo sabe”, señaló Chóez.  

Cuando ocurrió la tragedia, varias empresas privadas donaron cofres a la ciudad, mientras decenas de organizaciones se unieron para fabricar las cajas sencillas y también obsequiarlas.  

Incluso los reos de la cárcel de Ambato, en la provincia de Tungurahua, fabricaron ataúdes para las víctimas de una tragedia que pronto cumple nueve meses.