Ashlynd Howell, de 6 años, decidió hacer su Navidad “extra especial”.
Ella aprovechó que su mamá estaba dormida y usó su huella dactilar para comprar por Internet. Pidió 13 juguetes de Pokémon valorados en 250 dólares. Cuando su madre vio la notificación de la orden, ella pensó que la habían hackeado y le preguntó a su hija si sabía algo. “Sí mami, ¡estaba comprando!”, respondió.