Al llegar, el criminal dijo “buenas noches”, luego sacó una subametralladora y acribilló a “Camalá”, mientras que los niños resultaron ilesos, relató Pihuave. 

El hombre de 30 años era pintor y su muerte se registró el jueves a las 21h10, en la calle 34 y avenida 8 del barrio Santa Martha, añadió. 

El fiscal manifestó que luego del atentado el sicario salió corriendo y escapó en un vehículo Suzuki que lo esperaba más adelante.

El pintor quedó con vida y su familia lo trasladó al subcentro de salud de Santa Martha, pero a los cinco minutos los médicos confirmaron su muerte, señaló.

Pihuave informó que este crimen se habría registrado posiblemente por una venganza, aunque también se investiga si tendría alguna relación con otros dos crímenes recientes.

“Las indagaciones confirmarán o descartarán si los tres asesinatos se registraron por problemas de sicariato o narcotráfico, porque son las hipótesis que actualmente manejamos”, agregó el funcionario.  

Ángel Moreira también cree que el crimen de su hermano se registró por una venganza, pero desconoce cuáles son los motivos. 

Moreira manifestó que ambos llevaban seis meses pintando el edificio del Municipio de Manta, y actualmente estaban empastando las oficinas de los concejales y los departamentos municipales.  

Antecedentes. El informe de la Policía dice que Miguel Moreira registraba antecedentes penales. 

Su primera captura fue en el 2009 por estar involucrado en un caso de expendio, y cuatro años después volvió a ser arrestado por un motivo similar, indica el reporte de la institución del orden.

El Sistema Informático de la Policía  revela que la última detención se registró el 2 de febrero de este 2016, por un supuesto robo. 

La muerte de Miguel Moreira es investigada por un equipo de la Policía, y ayer en la madrugada se realizaron tres allanamientos en la ciudadela La Revancha, pero no arrestaron a nadie, según el reporte. 

Una persona fue retenida para las investigaciones y, como se confirmó que no participó en el atentado, recobró la libertad, se indicó.

Los agentes de Criminalística confirmaron que la mayoría de los balazos los recibió en el pecho, piernas y cabeza. 

La víctima tenía dos hijos: un niño de dos años y una niña de siete. Su cadáver es velado en la casa de su madre, Teresa Fernández, en Santa Martha.