El Oporto, campeón de la máxima competición continental en 1987 y en 2004, cumplió con su obligación para seguir en liza. Necesitaba vencer para no mirar a lo que hiciera el Copenhague en Brujas y lo hizo.
El equipo de Nuno Espirito Santo sentenció la victoria y la clasificación en la primera parte ante un Leicester que, con el liderato asegurado, presentó muchas caras nuevas y lo pagó con una clara derrota, la primera del curso europeo.
André Silva (m.6), el mexicano Jesús Manuel 'Tecatito' Corona (m.26), y el franco argelino Yacine Brahimi (m.44) acabaron prácticamente con el partido en el primer periodo. En el segundo Andre Silva, de penalti (m.65), y Diogo Jota (m.77), cedido por el Atlético de Madrid, completaron la cuenta (5-0).
Al Copenhague, de esta forma, de nada le valió vencer a domicilio al colista del grupo G, el Brujas, que no ha conseguido punto alguno en la presente Liga de Campeones.
Los hombres de Stale Solbakken no tardaron en sentenciar la victoria, con un autogol de Brandon Mechele (m.8) y un testarazo de Mathias Jorgensen (m.15). Como el Oporto no falló se tendrán que consolar con su acceso a la Liga Europa.
Al Sevilla le bastaba con perder por un gol para superar la fase de grupos y seis años después estar en el bombo de octavos. Sufrió en varios pasajes de la contienda pero lo consiguió con el 0-0.
El Real Madrid se jugaba la primera plaza con el Dortmund en el Santiago Bernabéu. Necesitaba ganar para pasar como líder y garantizarse la vuelta de los octavos en casa, pero el segundo puesto tampoco se veía con muy malos ojos ante los rivales con los que se podía cruzar.
El francés Karim Benzema se rebeló ante las críticas y con un doblete (m.28 y 53) pareció encarrilar el triunfo, pero el gabonés Pierre Emerick Aubameyang (m.60) y Marco Reus (m.78) firmaron las tablas tras un partido con numerosas ocasiones en ambas porterías. Zinedine Zidane igualó el récord de 34 partidos invicto de Leo Beenhakker al frente del conjunto merengue. EFE