Actualizado hace: 935 días 21 horas 7 minutos
ARTE
Reconocen a tejedoras

El trabajo creativo de las integrantes de la Asociación de Sidcay “Manos Tejedoras” fue reconocido por la Municipalidad de Cuenca.

Lunes 05 Diciembre 2016 | 04:00

Esta agrupación recibió la presea Cuenca Patrimonio Cultural.

El reconocimiento es parte de la celebración por los 17 años de la declaratoria de la Atenas del Ecuador como Ciudad Patrimonio Cultural de la Humanidad.
Según publicación de diario El Mercurio de Cuenca, en sesión extraordinaria efectuada el lunes pasado, el Concejo Cantonal decidió de forma unánime reconocer la labor de esta asociación y la práctica del tejido de la paja toquilla en general, moción propuesta por el edil Marco Ávila.
Inicialmente la Comisión de Áreas Históricas y Patrimoniales sugirió a Luz María Guapisaca, quien por más de 30 años se desempeñó como archivista del Archivo Nacional de Historia, sección Cuenca, de la Casa de la Cultura Núcleo del Azuay.
Mérito. La entrega de esta distinción se cumple con base en lo que establece la ordenanza que instituye y norma la concesión de la presea “Cuenca Patrimonio Cultural de la Humanidad”, que en su artículo 2 reza: “La presea se confiere a la persona natural o jurídica que haya contribuido significativamente con su aporte intelectual, artístico, urbanístico o económico para conservar o fortalecer el acervo cultural del Centro Histórico de la ciudad”.
La sesión solemne por el aniversario de la declaratoria hecha por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, Ciencia y Cultura (UNESCO) se cumplió el pasado 1 de diciembre a las 19h00 en las instalaciones del museo de la ciudad.
Formación. La Asociación de Tejedoras de Sidcay “Manos Tejedoras” se estableció como tal hace dos años; sin embargo, para todas sus 20 integrantes este oficio lo practican desde su niñez, y durante toda su vida ha sido su única fuente de ingresos.
Dora Orellana, coordinadora de la asociación, comentó que la idea de organizarse surgió ante la necesidad de revalorizar el trabajo que da sustento a las familias de esta parroquia.
“Es un arte que lo hemos aprendido por herencia, esta profesión se extiende desde mis tatarabuelos y hacemos los esfuerzos necesarios para que se mantenga”, dijo Orellana.
El tiempo de elaboración de un sombrero depende de la hebra, si esta es gruesa requieren de un día y medio, mientras que si es fina el trabajo se extiende hasta cuatro días.
Actualmente con la asociación, las artesanas concluyen todo el trabajo y con eso evitan que los intermediarios se queden con la mayor parte de las ganancias. 
Pese a su organización no cuentan con un taller propio para la elaboración de los sombreros de paja toquilla, actualmente utilizan los espacios de la casa de la sociedad del agua.
“Hace dos meses firmamos un convenio con el Alcalde, pero creo que se ha olvidado”, precisó.
Con respecto a la entrega de la presea, la artesana considera que es bueno que les hayan tomado en cuenta y espera que este sea el inicio para que les entreguen el apoyo necesario y no quede solo en palabras. 
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