Los responsables de la Aduana de Brasil, que esporádicamente rescatan animales vivos en paquetes enviados al exterior por traficantes de la fauna brasileña, fueron sorprendidos con el hallazgo de dos serpientes pitón en una encomienda procedente de Europa.
Los animales estaban dentro de medias con lacre retiradas de una remesa expresa procedente de un país europeo que la Aduana no identificó para las investigaciones.