Sus brazos y piernas no se desarrollaron por completo, pues cuando nació los médicos pensaron que lo hizo con fracturas, por lo que procedieron a enyesar sus extremidades, situación que lo perjudicó. 

Sus piernas han sido su “salvación”. La necesidad,  comenta Andrade, hizo que desarrollara una capacidad inimaginable, sus pies se convirtieron en sus manos y desde que tiene uso de razón todo lo hace con ellos.

Recuerdos. Andrade trasladó su memoria a aquel tiempo cuando ingresó a la primaria. Tenía siete años cuando lo hizo y esa época lo marcó de tal forma que aún la recuerda con claridad.

Indicó que a pesar de que entró algo tarde, ya lo hizo con conocimientos avanzados de lectura y escritura. 

“Aunque ya lo superé, durante mi niñez hubo algo que marcó muy fuerte; en ese tiempo ninguna escuela me quería aceptar, sólo una particular lo hizo. En esa institución la profesora siempre buscaba cualquier excusa para golpearme con la regla”, relata.

Aprendizaje. Como escribo con los pies, yo trataba que la letra me saliera lo mejor posible y como ella veía que el escrito era bonito, decía que no era yo quien lo hacía y por eso me golpeaba, explica.

“Me decía: dame la mano.  Como no podía, me pedía el pie y como esto también le resultaba imposible, me golpeaba en la espalda”, recuerda. 

Luego de esto sus padres decidieron cambiarlo de la institución en la que estaba, terminó la primaria en otra entidad con buenas calificaciones. En la secundaria se graduó con honores y actualmente cursa el séptimo semestre de Leyes en la Universidad San Gregorio de Portoviejo (USGP). 

Progreso. Andrade asegura que las cosas han cambiado y que a pesar de que ahora hay más inclusión de las personas con discapacidad, todavía queda mucho más por hacer. 

“Aún falta más inclusión, falta que lo que está escrito en las leyes se cumpla”, menciona.

Actualmente Andrade trabaja como administrador del área de Seguridad de la USGP, y señala que durante su tiempo de estudios y trabajo ha tenido la aceptación de sus compañeros y amigos. 

“Yo hago todo con los pies, me baño, escribo, como; bueno, cuando me voy a poner la camisa sí necesito de ayuda. Después hago todo, absolutamente todo con ellos”, expresa.