En forma ordenada, el primer impacto sobre el sector campesino productivo sigue siendo el malhadado impuesto a la tierra, que lo está debiendo la mayor parte de propietarios agrícolas, cuyas entradas no permiten que se cancele este impuesto, que hoy, acumulado, ya representa una deuda impagable. 

A su vez, el anuncio de que nuevamente se presentará al Parlamento la Ley de Impuestos a la Herencia conduce a que nadie quiera adquirir un fundo o predio rural, habida cuenta que tarde o temprano habrá que pagar este tributo; y que los gananciales que puede producir un fundo son limitados. Por ello es que nadie puede vender todas las fincas que están en oferta. Además, en los últimos dos meses se ha acentuado un estiaje con soles reverberantes, que lo han secado casi todo, destruyendo la denominada cosecha de verduras; y hasta el tradicional plátano hoy escasea, mientras su precio sube y causa también el alejamiento dentro de la canasta básica diaria. 

En estos días el río Chone prácticamente ya no se lo ve correr y no hay esperanzas de lluvias que calmen la angustia que esta situación causa, reconociendo que por la construcción de la represa de Río Grande sí se cuenta todavía con una reserva hídrica para el sistema de agua potable de Chone  y sus alrededores.  

El sector ganadero ha optado por desprenderse de gran parte de sus hatos, lo que indudablemente ha disminuido el número de cabezas de vacunos que han sido una reserva económica fuerte desde hace muchos años y que hoy comienza a ralearse. 

A esta situación, conforme a datos entregados por importantes miembros del sector ganadero, se añade la preocupación de que en el transcurso del presente año no se ha seguido suministrando la vacuna contra la fiebre aftosa, lo que podría causar un rebrote del mal y se corta la esperanza de que el Ecuador pueda exportar carne hacia los mercados internacionales. 

El manabita siempre ha sido incansable trabajador unido a su tierra y ha sabido cómo aprovecharla; por esta razón, cuando se construyen obras que lo obligan a reubicarlo,  no es práctico entregarle solo una vivienda si esta no va acompañada de una parcela,  donde pueda obtener frutos para su propia subsistencia y la comunidad vecina.