Los seis puntos de ventaja con los que hace un año llegaba el Barcelona al Santiago Bernabéu, han cambiado a favor de un Real Madrid que visita el Camp Nou con la moral en alto, con el deseo de aprovechar la ocasión de alejar a su gran rival y ampliar la racha sin perder con Zinedine Zidane al mando, que lleva 32 partidos invicto.

Estados de ánimo diferentes tras los dos últimos empates del Barcelona ante el Málaga en el Camp Nou (0-0) y la Real Sociedad en Anoeta (1-1), le han descolgado de su eterno rival y obligan a ganar el Clásico si desean recuperar parte del terreno perdido.

Los de Luis Enrique Martínez no han tenido un buen noviembre. El equipo ha estado espeso en muchos partidos, sin su frescura habitual para presionar. Ha perdido poder realizador y creatividad en un centro del campo donde ha añorado la figura de Andrés Iniesta, quien tras seis semanas de baja, podría regresar al once titular.

Mientras, el Madrid huye del exceso de confianza y el francés Zinedine Zidane ha mentalizado a sus jugadores sobre la necesidad de jugar con la misma actitud que en el Vicente Calderón (0-3) para, tras alejar al Atlético de Madrid, repetir con el Barcelona.

La conquista de la Liga es el gran objetivo merengue de la temporada. Sin encontrar el nivel de juego deseado, los resultados sí acompañan a un Real que enlaza 32 partidos sin perder y que en la competencia doméstica solo perdió en una ocasión en los últimos 11 meses con Zidane al cargo.

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