Para ello, señaló, se trabaja en una mesa técnica con las entidades que tienen que ver las infraestructuras públicas en la zona.

“Nuestro interés es que suceda (la reapertura) lo antes posible y que los ciudadanos vuelvan a la normalidad, pero no puedo ser irresponsable de abrir sin dar los servicios”, mencionó Casanova.

Intervención. Puso de ejemplo que en agua potable se desarrolla un estudio técnico que implica, incluso, la utilización de tecnología robótica para determinar los daños en las tuberías del centro. Adelantó que se necesitará financiamiento externo para la intervención que allí se realice; aunque no dio monto, señaló que se trata de una intervención fuerte.

En el caso de la zona donde estuvo el Centro Comercial Municipal, ratificó que se proyecta “la plaza mayor de Portoviejo”, que dijo será “icónica”. Pero observó que la zona debe ser reabierta planificadamente para “que el apuro no nos lleve al desorden del pasado”.

Malestar. Freddy Párra es un ciudadano que ha realizado toda su vida en el centro de la ciudad.

Cuenta que espera que la reapertura total se realice lo más pronto posible para que, en lo que cabe, se retome la normalidad y las personas vuelvan a sus casas y negocios.

“Creo que ya ha pasado mucho tiempo y no se ve que se pueda volver a ciertos sitios”, dice  Freddy, añadiendo que siente que la ciudad jamás volverá a ser la misma.

Robert Gines tiene una vivienda sobre la calle Olmedo, que fue recientemente reabierta.

Él opina que este proceso debe hacerse de forma planificada ya que implica volver a asumir el control de sus propiedades. “Yo he tenido que pagar a un guardia para que me cuide la casa porque los amigos de lo ajeno están siempre presentes”, advierte el ciudadano.

Andrea Mendoza, otra ciudadana, coincide con el alcalde en que la zona cero se debe abrir con los servicios básicos. Pero cuestiona que “se están priorizando obras como parques, en vez de recuperar este sector”.