Palacios tiene una desventaja: el Manta no juega esta fecha, ya que debía enfrentar al descendido Deportivo Quito.

Si queda como goleador, según los estatutos de la Federación Ecuatoriana de Fútbol, recibirá una medalla dorada, pero el mantense quiere un botín de fútbol tatuado.

Geovanny Moreno será el encargado de esa labor. Será un botín con el año 2016 y el número de goles.

Por ahora quiere tener en su piel a los seres que más inspiración le dan: sus padres.

Por eso ayer se tatuó los nombres de sus progenitores Verónica y Rosendo, acompañados de la frase “Amor a mis padres”. 

“Ellos son parte fundamental en mi vida para salir adelante”, dijo el delantero. Su padre murió cuando Palacios era todavía un niño.

Hay ofertas. Por la cantidad de goles marcados, parecería fácil la salida del jugador a otro club.  Hay varios clubes interesados en el goleador, pero Palacios está tranquilo y se  toma su tiempo para decidir el futuro. “Ha habido muchas conversaciones, pero estamos esperando a que se concrete algo para decidir”, señaló.

El interés de un equipo de México sería la propuesta más llamativa. El recién ascendido Macará de Ambato, El Nacional, Liga de Quito, Independiente del Valle y un equipo de la MLS son otros de los clubes que han presentado una propuesta a los dirigentes del Manta, quienes harán la negociación ya que el jugador dijo no tener empresario.