Los nuevos asambleístas tendrán que hacer cambio legislativo para favorecer a los ciudadanos que se sacrifican estudiando y preparándose toda una vida, habrá que reformar algún artículo de la ley para que los próximos candidatos a la Asamblea Nacional sea gente profesional, preparada en todo su nivel y puedan aportar, contribuir al desarrollo del país. 

¿Quién se atreverá a hacer esto, a presentar una ley que puede ir en contra de sus propios intereses? Ojalá exista alguien que quiera a su patria. 

No estoy en contra de nadie ni discriminando a ninguna persona, más bien estoy poniendo un alto a estos politiqueros que son dueños de partidos y movimientos políticos, que siempre han pisoteado la democracia y que tanto daño moral se le ha hecho a la legislatura.

Con leyes confusas, tendremos una democracia torcida e irrespetando a nuestra Constitución, poniendo gente que no tiene ni la mínima idea de lo que van a hacer allá.

Con todo respeto que se merecen los ciudadanos, y con excepción de quienes sí merecen la dignidad de asambleísta, encontramos futbolistas, payasos, cantantes, artistas, gente con dinero que ni siquiera ha terminado la primaria.

Pueden tener toda la voluntad del mundo para ir a corregir leyes que no estén bien, pero para hacer esto hay que profundizarse y profesionalizarse en la parte legislativa. 

Por eso proponemos que los nuevos asambleístas deben pasar por un filtro, así como lo hacen nuestros estudiantes antes de ingresar  a las universidades. 

Y qué no decir de los maestros, que tienen que seguir profesionalizándose. Eso está bien y lo aplaudimos, pero ¿por qué no hacerlo con los candidatos a la Asamblea? 

Para que puedan calificar como tal deberían ser profesional de tercer nivel hacia arriba, como doctores en leyes, abogados, médicos, ingenieros, economistas, arquitectos, licenciados, etc., para mantener un nivel debate superior y enriquecer conocimientos y no tener asambleístas alza manos o aplasta botones. 

No queremos esa clase de asambleístas, queremos gente que nos vaya a representar bien con sus debates y tener una legislatura de mayor conocimiento para el país.

Señores legisladores y candidatos a asambleístas: la Asamblea necesita respeto porque es el templo de la democracia; esto no es ningún juego, tómenlo con mucha seriedad del caso. Allí es donde se va a debatir y razonar el voto con sustento, argumentando su propuesta que servirá  para tomar decisiones y favorecer al pueblo ecuatoriano.