Permitir el ingreso de menores a los burdeles es considerado como un delito.
Según la teniente Paola Dávila, de la Policía de Menores (Dinapem), en caso de encontrar a un menor en un burdel, los dueños de estos son acusados por el delito de corrupción de menores, que es penada con tres a cinco años de cárcel. Dávila manifestó que en 2014 y 2015 era muy común encontrarse con menores en estos centros de tolerancia. Es por eso que realizaron varias campañas de capacitación a los dueños de estos establecimientos, para evitar esta situación.
Dávila informó que en lo que va del 2016 no se han encontrado menores en estos locales, y cree que es gracias a la campaña y a la sanción penal que se contempla el Código Integral Penal (COIP).