Amada Chávez también vive en la ribera. Desde su vivienda observa el río mientras lava y desde hace más de 50 años ha evidenciado cómo se desborda en los inviernos fuertes. “Espero que el año que viene no suceda lo mismo”, dice. 

Este mismo deseo manifiestan varios habitantes, no solo de quienes se encuentran en las riberas del río Portoviejo, sino de otros como río Chico, Carrizal (Tosagua), Grande y Chone. 

Juan Alcívar, de Santa Lucía de Bolívar, explica que ellos se preocupan porque cuando el invierno es fuerte se inundan, por lo cual esperan que puedan hacer los trabajos necesarios para no tener que alarmarse evacuando las cosas de sus hogares.

También, para Etelvina Manzaba, quien reside en Chone, las palizadas y la densa cantidad de lechuguines que hay aguas arriba de la represa de Río Grande, serán uno de los mayores inconvenientes cuando llegue el invierno.

Protección. Hay instituciones que se han creado a favor de los ríos. 

Tal es el caso del Colectivo Intercomunitario por la Defensa Ecológica del Río Portoviejo (CIDER). 

Julio Hernández Luna, integrante de la organización, aún recuerda al río Portoviejo como aquella piscina natural en donde se bañaba desde niño. “Ahora ya no se puede uno meter a bañar, sale totalmente enfermo porque está criminalmente contaminado”, cita. 

Indican que incluso las instituciones a la hora de desazolvar el río con maquinarias van matando la vida silvestre. 

Ante todo esto, el colectivo recibió a fines de septiembre una resolución a su pedido de protección del río por parte de la Defensoría del Pueblo.

Walter Melo, abogado e integrante de CIDER, indicó que se emitió una resolución dirigida a las instituciones que tienen que ver con la problemática del río. “Entre las soluciones que dan es que hagan su debido resarcimiento a las afectaciones en el río Portoviejo”, comenta, pero agrega que en la resolución no hay sanción.

Problemas. El problema del río Portoviejo no es solo en el momento de las inundaciones, sino un problema ambiental.

Virginia Sánchez, magíster en Administración Ambiental, comenta que las agresiones en el río son diversas. Puso por ejemplo que en la cuenca alta hay descargas de aguas residuales de café, de las lagunas de oxidación, entre otras. 

“Hay agresiones de tipo antrópicas (por el hombre) en todo su recorrido, como residuos sólidos de plantas, de animales, de orina, heces, de todo tipo. Descargas de plantas de tratamiento de aguas residuales. Se evidencian coliformes fecales (bacterias) en el agua”, explica. 

Jorge García, biólogo, recalca que en el agua al no tener una buena renovación de oxígeno para romper con esos microorganismo contaminantes se van creando las natas naturales (aguas verdes) y llegan a contaminar a los organismos vivos.

“Estamos viendo que el río no corre y le estamos quitando vida. Hay personas que dicen que se enronchan por comer camarón. No es solo por alergia, puede significar que la alimentación del animal no fue la adecuada”, dice.  

Entre las soluciones que indican los especialistas está la creación de una cultura ambiental. 

“Se debe hacer un análisis situacional de cómo está el río ahora, un control de calidad de agua, saber qué tipo de contaminación se da en cada parte donde recorre el río”, explica Sánchez. 

García indica que “solo en La Boca, en tres puntos que hicimos un estudio, hay abundante plomo, tan alto, que significa 15 veces más de lo normal. Qué será de lo que está internamente donde hay menor flujo hídrico”, se preguntó. 

>Preocupación. Varias autoridades se han pronunciado acerca de una urgente limpieza de los cauces. 

Juan Farías, presidente parroquial de Calderón, comenta que ellos ya sufrieron inundaciones. “Todos hablan del 16A y no del 11A cuando nos inundamos. Puedo decir que económicamente nos afectó más que el mismo terremoto”, dice. 

Agrega que hasta ahora no ha visto maquinaria trabajando en el río Chico, lo que le resulta preocupante. 

También el alcalde de Rocafuerte, Pacífico Zambrano, indicó en una entrevista pasada que “el río es más peligroso que el terremoto”. 

Agregó que si hay inundaciones, la pérdida en el área agrícola sería incalculable. 

>Soluciones. Julio Celorio, coordinador de la Unidad de Riesgos del Municipio de Portoviejo, explica que conocen de la disposición de la Defensoría del Pueblo. Asegura que sí están cuidando al río y a sus riberas.

“Ejecutamos un proyecto de protección de erosión en las riberas, desde El Cady hasta El Milagro de Picoazá. Ahora estamos haciendo un retiro de todo el sedimento que se deslizó al río y de árboles que necesitaban ser retirados”, detalla. 

Explica que hasta finales de noviembre estarán haciendo una limpieza emergente del río, orientada a recuperar el cauce del mismo. 

Indica que la Senagua se está encargado de los estudios integrales del río Portoviejo.

Otra de las acciones para recuperar el río es el taponamiento de guías clandestinas. Además realizan el control de lavadoras y talleres mecánicos sobre el desecho de aceites al alcantarillado. 

Detalla que también controlan los desechos de grasas que se generan en restaurantes, hoteles. Se exige que todos cuenten con trampas. 

“Tener un río totalmente recuperado dependerá de los trabajos que realicemos las diferentes instituciones y municipalidades que se abastecen del río”, dice. 

En Bolívar aún no se tiene un estudio que determine el estado del río Carrizal, pero ya se envió un informe al Gobierno Provincial para hacer el diagnóstico. 

Así lo manifestó Carlos Intriago, director del obras públicas del GAD, quien indicó que la semana pasada estuvo una comisión del GAD provincial, quienes serán los encargados de hacer una inspección y determinar los trabajos que deben realizarse; además supo indicar que serán implementados censores de alerta temprana que permitirán calcular la elevación del agua que pasa por el río Carrizal.

Acerca de los ríos de Chone, Mariana Buenaventura, directora de Obras Públicas del municipio, señaló que se está trabajando para mitigar la contaminación, sobre todo las líneas clandestinas de aguas servidas que fueron conectadas al sistema de aguas lluvias. 

Dijo que el departamento de Medio Ambiente del municipio ha colocado productos para eliminar malos olores, pero dicho proyecto no está para un día sino para varios meses, y además se están colocando muros de gaviones para proteger las riberas del río y quienes viven al margen del estuario tendrán que ser reubicados, ya que están en zona de riesgo.

Jaime Pico, subsecretario de la Demarcación Hidrográfica de Manabí de la Secretaría Nacional del Agua, indicó en una entrevista anterior que el estudio del río Portoviejo costará 1,8 millones de dólares y su ejecución será en 12 meses.

“Los términos de referencia están en manos del secretario del Agua, que gestionará el financiamiento”, manifestó.

Pico señaló que el estudio abarcará el manejo integral del río Portoviejo desde Poza Honda hasta la desembocadura en La Boca, en una longitud de 143 kilómetros, además de los 23 kilómetros del río Chico.

El Gobierno Provincial de Manabí indicó mediante un comunicado que el presupuesto referencial para la intervención de los afluentes y canales de drenajes de la provincia es de 3’413.085 dólares.

Se agregó que están trabajando en los cauces de la provincia con nueve máquinas excavadoras, una gallineta y dos dragas.

Añadió que en el río Portoviejo se han remediado un total de ocho de los 14,8 km a intervenir.

El prefecto Mariano Zambrano aseguró que  han comprado maquinaria por la emergencia para continuar con los trabajos en los afluentes tanto de Portoviejo, del río Chico y demás ríos de la provincia.