En febrero del 2009 el Sr. Presidente de la República, Ec. Rafael Correa Delgado, en una sabatina hizo graves observaciones y críticas al contrato de concesión que se había celebrado con la empresa china. 

Trajano Andrade, exministro de Estado en el Gobierno de Alianza PAIS, en boletín de prensa publicado en El Mercurio de Manta el 18 de febrero del año 2009, pág. 4, respondió en términos muy claros. El 15 de enero del 2010 en diario El Mercurio se lee: “El Alcalde y Director de la Comisión del Puerto dijo que el ex Director Ejecutivo se dedicó a pasear”. En el mismo diario, Jaime Estrada, alcalde, manifestó: “Voy a luchar por la consecución del puerto de aguas profundas”.

En septiembre de 2016 la concesión estaba en proyecto para firmarse el contrato de concesión con una empresa chilena, pero se prorrogó el plazo. El Sr. Presidente de la República consideró que fue un “error imperdonable” prorrogar el plazo, y el Sr. Ministro de Obras Públicas tuvo que hacerse al costado.

Varias voces de personas radicadas en Manta, de diferentes actividades y cuyos procedimientos son claros, francos y diáfanos, como el Ing. Mariano Zambrano, prefecto de Manabí, Dr. Cesar Acosta, exministro de Estado, Ab. Pablo Cornejo, Ab. Trajano Andrade, y otros, coinciden que el plazo para el concurso de las obras portuarias de Manta debe prorrogarse.

El 30 de septiembre 2016 en el rotativo El Diario se lee: “Otra vez se cambia el plazo para el puerto”; y en la misma página: “Manta. Autoridad Portuaria estableció que hasta el 7 de octubre se puede presentar ofertas para la delegación”. Y el mismo gerente dice que “si hasta esa fecha no hay ofertas, se convocará a un nuevo proceso”.

Si en 10 años no se ha podido  por “A” o “B” razones precisar las obras que deben hacerse con eficiencia para el desarrollo y prosperidad del puerto marítimo de Manta para beneficiar a Manabí y al país, ahora que vivimos una crisis económica y un momento electoral que perturba mentes esclarecidas, lo más conveniente sería abrir un diálogo profundo patrocinado por el Gobierno Central y todos los actores empresariales, gremiales y de la sociedad civil, para actuar con prudencia. 

Si nos dejamos llevar por pasiones, aunque llenas de buena voluntad, difícil será que las obras portuarias de Manta se contraten en condiciones óptimas para beneficio del país. Actuar con prudencia y sensatez.