Cuenta que hace años lo invitaron a una fiesta en Estados Unidos donde el anfitrión elaboraba vinos. “Me dije: si él puede hacerlo yo también”, indica. 

 

Conocimiento. Así empezó esta aventura en el país del norte, que extendió hasta Manabí, donde trabaja desde hace tres meses en su domicilio en El Cady de Colón, donde puede elaborar hasta mil botellas mensuales.

Pero nada fue fácil. Se metió de lleno a aprender, a mezclar, a usar los ingredientes hasta lograr un producto de calidad y variado.

Se podría decir que Andrade elabora “vinos de boutique” en su domicilio en El Cady de Colón, donde les pone su toque personal en la elaboración artesanal que busca abrirse mercado en Manabí, donde sin duda va a hacer una combinación perfecta con la gastronomía de esta provincia, señala.

En Norteamérica aprendió a elaborar vino varietal como cabernet, merlot, shiraz, entre otros, además de vinos blanco y frutales, conocimientos que pone en práctica aprovechando que en Manabí se produce todo tipo de fruta de calidad.

Un ejemplo es el vino de chocolate con naranja que ha merecido elogiosas críticas de catadores y amigos con quienes ha degustado esta bebida, la preferida de su hija Verónica Andrade.

También está elaborando vino de mango y asegura que tiene un sabor especial que va a gustar a quienes lo prueben. 

En su lista de licores los hay dulces, como el amareto, y a mediano plazo espera iniciar la elaboración de cerveza artesanal, dice.

Un promedio de 7 semanas dura el proceso de elaboración de los vinos, explica.

Ventas. Andrade ha cumplido los requisitos para obtener el registro sanitario que le permita iniciar la comercialización de Vinos Angelony en supermercados y en restaurantes.

Por lo pronto, estuvo en la Feria del Comercio dando a conocer el producto.

Su objetivo está en la mesa de los manabitas. Sueña con el día en que sus comprovincianos sirvan el vino que elabora y no prefieran las marcas extranjeras.