El párroco de Portoviejo, Manuel Ribadeneira, que emite la carta de lealtad y de apoyo insurgente a la independencia de Guayaquil, realmente fue un patriota, ya que cuando el conde Ruiz de Castilla recupera el poder en la Real Audiencia de Quito, el 24 de octubre de 1809, su primera orden fue: perseguir y fusilar a todos los patriotas quiteños.
Esta disposición fue apoyada por el Gobernador de Cuenca, el de Guayaquil y por los virreyes de Perú y Nueva Granada.
Así fue que se extinguió el movimiento revolucionario que trajo consigo la trágica masacre del 2 de agosto de 1810.
¿Cuál fue el papel del párroco de Portoviejo y de los portovejenses de la época? Resulta que Portoviejo no apoyó la orden real, ya que en la ciudad se escondieron y protegieron a varios patriotas quiteños que escaparon de la brutal persecución española. Consecuencia de esto, Manuel Ribadeneira fue enjuiciado y encarcelado con grilletes en Guayaquil; así consta en un documento rubricado por el mismo conde Ruiz de Castilla en 1810.
Después de la independencia de Guayaquil de 1820, el último presidente de la Real Audiencia de Quito, Melchor Aymerich, combatió a los guayaquileños y los derrotó en las batallas de Huachi y Tanizagua. Estos reveses militares hicieron que el Gobierno de Guayaquil solicitara ayuda a Colombia. En este punto, Antonio José de Sucre, con 440 colombianos y en unión de 1.220 guayaquileños, derrotaron a las tropas realistas el día 19 de agosto de 1821 en la Batalla de Cone.
Este triunfo significó que la provincia de Guayaquil, que incluía en esa época a Portoviejo, Santa Elena, Machala, Babahoyo y otros puntos costeros, definitivamente fueran libres de España. La pregunta: ¿realmente esos 1.220 soldados eran solo de Guayaquil?
La respuesta es contundente… NO, también eran portovejenses, montecristenses, jipijapenses, santaelenenses, machaleños y de otros pueblos.
A raíz de la Batalla de Cone se conforma militarmente el batallón Yaguachi, que junto a 5 batallones más conformaron la infantería que participó en la Batalla del Pichincha del 24 de mayo de 1822.
Este batallón Yaguachi participó en la guerra directa con 260 patriotas, muchos de los cuales eran portovejenses que conformaron el batallón Olmedo, el mismo que había sido instituido por órdenes del coronel Juan Francisco Elizalde, jefe de milicias de Portoviejo desde 1821.