Según el ingeniero Héctor Ponce, estos sistemas de construcción proporcionan amortiguación y absorción de energía adicional, reduciendo las posibles deformaciones, según sea el caso.

En Europa y países de América Latina como Chile aplican esta técnica de construcción para minimizar efectos sísmicos. Sin embargo, este sistema no es extraño en Ecuador y en Portoviejo también se utiliza para reforzar la estructura del Hotel Ceibo Dorado.

Ponce, quien es el director de obra del hotel, señala que los disipadores de energía sísmica se aplican en las zonas donde hay mayor soporte de carga, y en el caso de una estructura irregular se colocan en las esquinas.

Movimientos. Explica que en el caso de suscitarse un movimiento telúrico actúan los aisladores sísmicos hechos a base de acero, y evitan el colapso de la mampostería de una construcción. 

Según Ponce, al producirse un sismo los movimientos de una estructura serán horizontales y para evitar el colapso, los aisladores concentran entre el 70 y 80 por ciento de la energía sísmica generada.

“El principal objetivo de estos sistemas disipadores de energía es mejorar el comportamiento de la estructura en el rango elástico y plástico”, asegura el profesional.

Ponce agrega que sería ideal que en las nuevas construcciones los propietarios decidieran también incluir aisladores de base a las estructuras.