“Ligero de equipaje”, como es su característica, Mujica llegó con un libro del Viejo Luchador en sus manos para hablar sobre la vida de Alfaro.

“Me siento orgulloso de este monumento y lo que significa para ustedes y América”, manifestó y recordó que con personajes como Alfaro es que los territorios necesitan homenajear a sus propias raíces.

El alcalde de Portoviejo,  Agustín Casanova, fue el encargado de dar la bienvenida al expresidente y lo nombró “Huésped de honor” de la capital manabita.

Durante más de un año el escultor manabita Ivo Uquillas se encargó de trabajar el monumento al Viejo Luchador, que a las 09h30 de ayer se terminaba de ubicar y de armar las últimas piezas de la obra.

“Es una satisfacción enorme lograr este trabajo y han sido tiempos durísimos, colgarla al aire y todo lo que significó armar esta obra”, señaló Uquillas, quien tenía sus manos llenas de pintura tras dar los últimos toques al monumento.

Uquillas no estuvo sentado en la mesa directiva en la que, además de Mujica, se encontraban el alcalde Casanova, Venancio Larrea, director de Cultura del municipio portovejense; la secretaria de Gestion de Riesgos, Susana Dueñas; el gobernador de Manabí, Javier Santos; el secretario del Buen Vivir, Freddy Elhers; el ministro de Cultura, Raúl Vallejo y Óscar Bonilla, en representación de Alianza PAIS.

Sobre la visita de Mujica a este acto, dijo que lo veía como “un premio”. “Son palabras de aliento fresco para Portoviejo”,  expresó el escultor.

El exmandatario uruguayo manifestó que esta nueva generación no debe “cometer los mismos errores de mi generación”.

“La tarea más importante, jóvenes de vuestra generación, no cometan por favor, traten de evitar los errores de mi generación: de mirar en corto y en pequeño, cuando el mundo desafía y es grande; y entender que, por distantes que estemos los latinoamericanos, estamos unidos con la historia, con la lengua por el pensamiento, por la herencia de nuestros libertadores, por la deuda social con todos los pobres de América Latina”, dijo.

Al finalizar su intervención, Mujica fue el encargado de cortar el listón del monumento a Eloy Alfaro, en medio de un fuerte cordón de seguridad y los aplausos de los presentes. 

Charla.  Posteriormente, en la tarde, dio una charla magistral en el coliseo La California de Portoviejo.

En medio de aplausos el exmandatario fue recibido por ciudadanos, estudiantes y autoridades en general de la provincia y el país.

En su discurso, que duró alrededor de media hora,  habló sobre el consumismo en el mundo y dijo que son los jóvenes quienes deben cambiar eso.

“Estoy aquí como un trotamundos sembrando ideas para convertir este lugar en uno aún mejor y ustedes, los más jóvenes, tendrán la responsabilidad también de hacerlo”, aseguró Mujica mirando a varios estudiantes que se encontraban en las gradas del coliseo.

Aseguró que la tecnología debe ayudar a la construcción de un mundo más humano.

“La única herramienta para enfrentar las apologías de todos los días está dentro de tu cabeza y se llama fuerza de voluntad”,  manifestó.

Habló sobre las creencias y dijo que las respeta.

“Los que no tenemos creencias, pero tenemos sueños y utopías, nunca despreciemos a quienes tienen fe, así nos sentiremos realizados”, mencionó el expresidente.

Sobre la importancia del tiempo  señaló que “nadie va al supermercado en busca de una vida”.

“Hay que aprovechar la que tenemos para compartir con la familia, con amigos. La vida no se hizo para trabajar. Hay que trabajar para vivir, pero vivir es lo esencial”, detalló.

Mujica fue conocido en el mundo como “el presidente de los pobres” y por su cercanía con el pueblo. Sin embargo, ayer el exmandatario uruguayo no tuvo mayor contacto con los ciudadanos portovejenses, tampoco pudo dar declaraciones en la prensa.

Al finalizar la charla, Mujica recibió de manos de Tatiana Hidrovo, directora de Ciudad Alfaro, las copias de las cartas del Viejo Luchador y un sombrero de paja toquilla, símbolo de la cultura manabita.