Nacido el 27 de septiembre 1906 en el sitio Margarita, jurisdicción del cantón Chone. Padre y madre manabita; Rubén Esteban Barreiro García y Victoria Solórzano Bazurto. Abuelo, en su tiempo enrolado con las montoneras alfaristas, sufrió persecuciones y fue tomado preso por las huestes del cura Schumaker y trasladado luego a Quito, sobreviviendo a muchos compañeros fusilados.

Por el año dos mil dos iniciamos con Ely un acercamiento de amistad fortificante. Su mente lúcida nos permitió conocer hechos y situaciones venidas desde la infancia hasta su adultez que nunca llegó a la ancianidad. En todo caso fundamentales informaciones recogidas por su hija Leticia, la sobrina, Lic. Zaida Marín de Izaguirre, entre otros familiares. En lo personal nos beneficiamos de básicos consejos para la práctica en la natación máster.

El padre, Ely lo describía como muy estricto y tierno a la vez. No descuidó la educación de los hijos Delfina, Ángela, Mercedes, José, Teresa, Ely, Ana, Rubén, Augusto. Llevó instructor particular a su hacienda. Luego fueron trasladados a Bahía. Ely al Colegio Cristóbal Colón en Guayaquil; 

La secundaria en el Olmedo de Portoviejo. Regresó al Vicente Rocafuerte de Guayaquil, dando inicio a deslumbrantes actuaciones deportivas, especialmente disciplina de la natación. Apareció por parte de compañeros el apodo de “JOJO” para recordarle el pasado arreando vacas en su querida tierra.

Estero Salado, primero; Río Guayas después horizontes amplios como en la unión de sus ríos Carrizal y Chone. Cofundador del juvenil y glorioso LDE. Íntima relación luego con el naciente Emelec y sus integrantes Capwell, Peñaherrera, Roldós entre tantos. La belleza esmeraldeña en Lulú Patiño para formar familia surgiendo Francisco, Gustavo, Leticia, Xavier Barreiro Patiño. 

Alternaba la estadía con Guayaquil en razón de estudios de los chicos. Como Gerente del Banco de Fomento obtuvo la jubilación y con Lulú volvieron al campo. La pequeña finca proveedora de variados productos; paraíso ideal.

En sus últimos años regresó a Guayaquil. Un abrazo intenso con su deporte, esta vez la piscina. En septiembre 2004 compartimos un homenaje organizado por el Portoviejo Tenis Club, colegio Santo Tomás, club Concorde. Días después participamos en el Sudamericano Natación Máster Lima 2004. Ya había cumplido la edad de noventa y ocho años; récord sudamericano vigente. Terminado el evento caminando por la Plaza de Armas de Lima. De pronto un grito: “¡cuiden a Jojo!” era el octogenario nadador Vicentín de Santa Fe Argentina. Pero pocos días después Ely Barreiro se nos fue.

Poco antes, paseando por el Malecón Simón Bolívar; pensativo admiraba al gran río de sus hazañas setenta años atrás. Estuvimos de acuerdo que muchos pueblos son hijos del río. Ahora proponemos instituir la ruta Punta de Piedra-Guayaquil con el nombre: Papá Guayas, al cumplirse ciento diez años del nacimiento de Ely Barreiro Solórzano.