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Pichón de dictador
Pichón de dictador
Por: Lauro Zavala
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Martes 27 Septiembre 2016 | 04:00

A lgunos funcionarios públicos piensan que la cosa pública les pertenece. Esto pasa cuando estos no están capacitados para dirigir una institución pública donde existen parámetros de leyes y respeto al servidor público. No se puede dirigir con prepotencia, soberbia de sus ideas, sin haber socializado o realizado los estudios para favorecer en este caso a los afiliados o ciudadanía en general.

Algunos todavía piensan que siguen viviendo en el siglo XV, 1530, cuando llegaron los conquistadores de España a América; les recuerdo a esto señores, que allá por el siglo XVIII, 1809, nos liberamos del yugo español con el primer grito de independencia. Hago este recuento de la historia por si acaso se hayan olvidado los que dirigen las instituciones públicas, en pleno  siglo XXI de la revolución ciudadana, no se puede venir a una ciudad a disponer a su antojo, con prepotencia, la construcción de un edificio administrativo donde van a trabajar 200 personas y una movilidad de todos sus afiliados en Manabí.
Esto significa, según los estudiosos, una movilización humana y de tránsito que será enorme, causando problema vehicular y peatonal, cuando aquí existe una ciudad planificada y ordenada donde todas las construcciones, vengan de donde vengan,  tienen que regirse al ordenamiento de la ciudad que ya existe. El municipio dirigido por su alcalde Ing. Augustín Casanova ha planificado esta ciudad hasta 2050, gracias al concejo cantonal en pleno (ediles) que han aprobado más de $ 8’000.000 (ocho millones de dólares) para estudios y proyectos de nuestro cantón. Si el gobierno provincial y nacional quieren construir en Portoviejo, tendrán que  regirse a leyes de ordenamiento y planificación territorial.
Entiendo que antes de construir algo, en cualquier parte del país, se pide permiso al regente administrativo de la ciudad, que es el municipio; y no lo hicieron en Portoviejo.  Antes de aprobarse los planos de su construcción de este polémico edificio, ya estaban construyendo; por eso el municipio hizo un llamado a hacer todos los estudios del buen vivir en el sector.
Hay algunos médicos especialistas de la institución que por hacer alguna observación de esta obra fueron despedidos de su puesto de trabajo (renuncia voluntaria obligatoria), sin ningún aviso, sin sumario administrativo previo, dejando sin algunos especialistas al seguro social que tanto los necesita. 
Estamos en un país libre y democrático, con leyes que tenemos que obedecerlas; y en Portoviejo existe un municipio con sus ordenanzas que hay que respetarlas, nuestra autoridad de elección popular como el alcalde merece respeto; la ciudad y el pueblo. Los funcionarios públicos como ministros, directores o presidente de una institución (IESS), que son puestos a dedo, cuando lleguen a ofrecer obras deben regirse a lo planificado de un cantón y provincia.
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