“Su uso viene desde tiempos ancestrales con los primeros pobladores de esta zona del sur de Manabí”, afirma el comerciante.

Quijije relata que sus ancestros cosechaban esta planta, con la cual aún los campesinos elaboran objetos de utilidad montuvia como petates, ?esterillas y hamacas. 

El dirigente montuvio, aparte de producir esta planta, instaló un centro de acopio donde de manera artesanal junto con su esposa, Margarita Cevallos, y varios empleados procesan la paja mocora para luego embalarla y llevarla a comercializar a Perú.

“En este país es muy requerida para elaborar productos artesanales como sombreros, carteras, zapatos, cinturones, adornos, sandalias, entre otros productos”, manifiesta el emprendedor, quien tiene 30 años en esta actividad. 

Quijije afirma que a esta planta nativa de Manabí, en tierras peruanas le dan valor agregado y los productos son exportados a Europa, Asia, Chile y Estados Unidos, donde alcanzan precios hasta de 100 dólares, como ocurre, por ejemplo, con un sombrero de este material.

 

>VALOR. Margarita Cevallos, quien apoya a su esposo en este negocio, recuerda que hace muchos años no se llevaba el producto a Perú, sino que era usado por los ancestros de esta zona rural para hacer petates, esterilla (silla de montar a caballo del montuvio) y las hamacas que servían para descansar de las jornadas agrícolas de la época. 

La paja mocora pasa por varios procesos para luego ser embalada. Los esposos Quijije Cevallos quieren en el futuro promover el emprendimiento y que en Paján se le dé ese valor agregado que obtiene en Perú.

El dirigente montuvio indica que presentará un proyecto al Gobierno Nacional y además dice que necesita renovar los cultivos de la paja mocora.