Una de ellas es Josefina Palma. Ella no escondió su descontento, pues le asignaron un módulo que está lejos del local donde ella funcionaba. “Hubiese preferido que me ubicaran aquí al frente de donde estoy, pero qué le vamos a hacer”, dijo resignada.

Alfredo Almeida también se mostró preocupado. Él es parte de un grupo de comerciantes que tiene que salir A los puestos que colocaron en uno de los carriles de la calle Alajuela. “Nos han pedido el lugar para ubicar a los comerciantes de abarrotes que tienen que salir por la demolición. Ahora no sabemos dónde nos van a reubicar”, dijo.

El gerente de Portomercado, Virgilio Briones, explicó que un total de 350 comerciantes tendrán que ser reubicados.

“Unos en los 120 módulos que tenemos, y otros irán a la zona de parqueo del mercado y en la calle Julio Jaramillo”, explicó el funcionario.

Agregó que el plazo para la demolición de la edificación del mercado es el 30 de septiembre.