“Miedo, tabúes sociales o desconocimiento del tema son algunas de las razones por las que tartamudeas, te enrojeces o en ocasiones hasta te quedas sin palabras frente a las preguntas que te hacen tus hijos”, señala la especialista, recalcando que evadir la respuesta no es la opción correcta, pero que para esto debes saber con antelación lo que vas a contestar y estar preparada para hablar con los términos adecuados.

La educación sexual en la familia no se limita a explicar cómo llegan los niños. La psicóloga Liza Cedeño indica que dentro de esta conversación se deben incluir temas de desarrollo sexual, salud reproductiva, relaciones interpersonales, afecto, intimidad, imagen corporal y género. 

Conocer su cuerpo. Las profesionales consultadas aseveran que lo más importante a la hora de hablar de sexualidad con los hijos es siempre hacerlo con la verdad. 

“Explicarles que el órgano genital de los niños se llama pene, y el de las niñas vagina, les permite a los pequeños entender y conocer mejor su cuerpo, lo que genera mecanismos de protección más efectivos, pues en la medida en que el niño entienda su cuerpo, podrá contarle a sus padres o a la persona que lo cuida, si algo extraño le está pasando”,  asegura García.

Procesos biológicos. En cuanto al tema de la menstruación, Fernando Rosero Mera, sexólogo,  aconseja decir a los niños  que esto ocurre porque cada mes en el cuerpo de la mujer crece un tejido especial que sirve de nido o de ‘colchón’ para alojar a los bebés, pero cuando la mujer no queda embarazada, ese tejido se va cambiando cada mes, y por eso es que se genera algo de sangre.

Se expresa además que se debe dejar claro que a este sangrado, que no produce dolor, se le llama menstruación. 

Nereyda Lacera, especialista en educación sexual, señala que a los niños las respuestas se les deben dar de acuerdo con su edad y madurez. 

“En este caso se les debe decir: los niños no producen semen. Cuando tú tengas  doce, trece o catorce años y comiences a sentir algo que se llama excitación, el miembro masculino expulsa un líquido llamado semen.  Eso se produce cuando llegas a la adolescencia”, explica esta profesional.

Relaciones sexuales. El sexólogo destaca por su parte que ante cualquier pregunta sobre las relaciones sexuales, jamás se debe decir a los niños o jóvenes: “no tienes la edad suficiente para saber de este tema”.

Afirma que esto lo único que provocaría es que busquen respuestas en otra persona y puede ser que la respuesta que reciba no sea la adecuada. 

“Debemos entender que hablar de estos temas con los hijos no significa despertar su curiosidad, sino educarlos para que no sean sorprendidos por lo que aprendan fuera de casa”, señala Rosero Mera.

En este caso específico, él recomienda aprovechar la pregunta para hablar del afecto y el amor. Decirle al niño o niña que esto ocurre porque papá y mamá se aman, y por eso se abrazan y se besan para expresar su amor. También es un buen momento para explicarle que estos son espacios de intimidad solo para el papá y la mamá, y que deben respetarse.

Por su parte, la psicóloga Cedeño menciona que para educar sobre la vida sexual, los padres deben alcanzar una madurez y confianza con sus hijos, por lo cual previamente es adecuado asesorarse con especialistas en salud y psicólogos para tener la forma adecuada de llegar al adolescente. 

Comenta que la edad exacta para educar en este tema no existe, sino que esto debe ser considerado por el padre de familia, que debe reconocer más que los cambios físicos de su hijo, los psicológicos y sociales. “Es preferible que muchos aspectos de la sexualidad sean aprendidos en casa a que sean restringidos y abordados erróneamente por compañeros o amigos inexperimentados”, concluye.