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“Un difunto preside la asamblea”
“Un difunto preside la asamblea”
Por: Walter Andrade
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Lunes 26 Septiembre 2016 | 04:00

La noticia parece el título de una novela que desarrolla una trama de misterio o de terror con capítulos llenos de drama, unos más que otros y escritos, quizás, con pasión pero eso sí, basada en hechos ciertos.

Pero también podría ser el resultado de la imaginación febril de un narrador acostumbrado a jugar literariamente con lo imposible, con lo inverosímil y en ese juego tomar la ficción de la mano para recorrer los  mas amplios y vastos territorios de la fantasía donde puede ocurrir cualquier cosa, construir lo que se le ocurra, montar escenarios jamás imaginados por otro ser humano para terminar sucediendo lo que el quiere que suceda. O no es ninguna novela sino el título de una película donde pasan cosas propias de un mundo bizarro y decadente a punto de desaparecer, en el que conviven en permanente conflicto los sobrevivientes de una guerra atroz. Esto es lo que cualquiera pensaría. Pero estaría totalmente equivocado. No es ni lo uno ni lo otro: es la realidad. La asamblea legislativa de Nicaragua acaba de elegir a un muerto como su Presidente,

Si, parece mentira que un cuerpo legislativo que en teoría es el lugar para razonar todo, haya tomado semejante decisión que es una bofetada al sentido común y un golpe bajo a la cordura. Más parece un juego, una broma. La noticia dice: “De todas las cosas inverosímiles que ocurren en la política nicaragüense -este pequeño país centroamericano que en el pasado ha demostrado su capacidad para desestabilizar a toda la región- la que menos se esperaban los nicaragüenses era que su Asamblea Nacional estuviera liderada por un muerto. Las risas, el desconcierto, la incredulidad y hasta la indignación se mostraron en las redes sociales cuando los diputados del Frente Sandinista de Liberación Nacional -el partido del presidente Daniel Ortega, que controla todo en este país-anunció que como “homenaje” extendían el mandato de René Núñez, diputado fallecido el 10 de septiembre, como presidente del Parlamento. Los muertos en Nicaragua, además de votar, aprueban leyes”. ( Expreso, Septiembre 23/2016).
Esto es pues llevar el folclore a la  altura del Everest,  como parte de un gran juego o de una broma de mal gusto. Imagínense un cuerpo legislativo que decide absurdos de este calibre y que al mismo tiempo tiene que aprobar tratados internacionales y legislar sobre el futuro de su país en salud, educación, vialidad, seguridad o en cualquier materia que sea de su obligado conocimiento. ¡Qué legislación saldrá! Y de absurdo en absurdo el perjudicado es el pueblo. ¡Qué pena! 
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