Barcelona por ahora no hace diferencias si juega en el calor de la Costa o en la altura de la Sierra. En ambas regiones gana.

Ayer dio una muestra de heroísmo deportivo al ganar en el siempre difícil Alejandro Serrano Aguilar al Cuenca y con nueve jugadores durante media hora. 

Barcelona anda bien, es puntero goleador. Todo hace notar que también ganará la segunda etapa de la Serie A y con ello automáticamente será el campeón 2016. Además no solo que los canarios andan bien, sino que sus rivales juegan mal. Así, jugadas ya 10 fechas de las 22 de la etapa, no se avizora un rival que le pueda dar alcance y no solo por la diferencia de puntos en la tabla, sino por el juego que presentan cada semana.

Los otros grandes andan de capa caída. Liga de Quito, el más laureado a nivel internacional, no levanta cabeza y se da el lujo de perder ante el último, que es el Aucas. Ya lo separan 8 puntos de Barcelona y no se ve jerarquía en la plantilla. Independiente, actual vicecampeón de América, desarmó su equipo y no se puede recuperar de la transición. Emelec, el poderoso bombillo del 2013-2014 y 2015, se ha reducido a foquito de Navidad a veces prende, otras apaga. Entonces la única opción para “atajar” a los toreros es Mushuc Runa, que se mantiene segundo; sin embargo, el ponchito no da esperanzas de mantener un nivel, ayer lo demostró empatando en casa ante Universidad Católica. Así mientras los demás once equipos se sumergen en ansiedades y confusiones, en Barcelona el ánimo es diferente. Todos piensan en la 15 y así lo demuestran en las canchas.