Byron vivía con su papá, pero por una enfermedad que padece lo tienen en Guayaquil desde hace dos semanas, dijeron los allegados.

Ángel Vargas, vecino del fallecido, fue quien alertó a los moradores sobre la presencia del cadáver, por lo que llamaron a la Policía y a los familiares.

Vargas dijo a los agentes que ayer aproximadamente a las 11h00 salió a barrer la vereda de su casa y le llegó un mal olor que permaneció en el ambiente por varios minutos. 

 

>muerto. Ese mal olor lo llevó a acercarse a la ventana de la casa de su vecino y se percató de que éste estaba muerto, sentado en una silla, hinchado y semidesnudo. Esto informó a la Policía mientras cubría su nariz con un pañuelo para evitar el mal olor, al igual que el resto de personas que llegaron al lugar de los hechos.

Los vecinos del fallecido manifestaron que el miércoles anterior fue el último día que lo vieron con vida. 

Dijeron que Byron se había dedicado a libar en las calles y parece que eso le trajo afectaciones en su salud. Esa versión fue corroborada por los familiares del occiso, quienes dijeron que Byron era electricista de carros, y que después que se separó de su esposa, con quien procreó tres hijos, se dedicó a beber licor casi todos los días. 

Llevaba aproximadamente unos diez años en esa vida, dijeron.

Los amigos de la víctima señalaron que éste ya no quería comer, les decía que la comida no le entraba y cuando caminaba sentía que se ahogaba.

Según indicaron, la mala alimentación y el beber demasiado licor terminaron enfermándolo, hasta que murió.

Al lugar de los hechos llegaron agentes de criminalística, quienes realizaron el levantamiento del cadáver y lo trasladaron al Centro Forense de Santo Domingo de los Tsáchilas para que le practicaran la autopsia.