Al menos 20 moradores de las calles 10 de Agosto, Montalvo, Imbabura y Macará mantuvieron una reunión con funcionarios cantonales y provinciales, a quienes les dieron a conocer los problemas ambientales.
Elizabeth Parrales, moradora del sector, dijo que las aguas servidas que son descargadas al río emanan un mal olor y les ha provocado enfermedades como chikungunya y zika.
“Tenemos un compañero que estuvo 22 días en estado de coma producto de esto, porque él era quien se encargaba de realizar la limpieza del río”, añadió Parrales.
Según Miguel Murillo, quien tiene su consultorio médico cerca al río, el problema se viene presentando desde hace muchos años.
En la reunión, los funcionarios municipales informaron sobre la construcción de una poza séptica en el sector por unos tres años, hasta que se construya el nuevo alcantarillado, pero para Murillo esa no es la solución.
Aseguró que se debería contar con al menos diez “hidrocleaner” para no estar prestando a otros cantones, pues el único que tiene el municipio no abastece.
Gestión. El alcalde Teodoro Andrade indicó que se va a reunir con funcionarios de la empresa de agua para definir la construcción de la poza séptica y ver cuánto costaría la obra.
Adelantó que se va a solicitar un crédito al Banco de Desarrollo para adquirir un nuevo equipo.
“La gente debe cuidar y no botar basura al río, nosotros como municipio vamos a ver si se puede arreglar esto”, manifestó.
Advirtió que una vez que se realice la limpieza habrá sanciones a quienes boten basura en el sector.