Después de medio siglo de conflicto armado en Colombia, el gobierno y las FARC han comprendido que el mejor camino para cimentar la democracia y la libertad soberana de un pueblo es la paz entre todos sus habitantes.
Nos llegan las noticias que ambas partes anunciaron en La Habana el cierre de las negociaciones con éxito. Acuerdo que busca “el fin del conflicto y una paz duradera”.
El presidente de Colombia celebró en una transmisión en vivo el acuerdo alcanzado, un acuerdo “ definitivo”. “El día ha llegado, hoy podemos decir que todo está acordado... Hoy podemos decir que se acabó la guerra y hacer este acuerdo histórico”, dijo don Juan Manuel Santos.
Ahora, el gobierno colombiano y el Congreso convocarán a un plebiscito que, según el mandatario dijera, se realizará el domingo 2 de octubre del 2016. Ahí, los colombianos dirán si respaldan o no el acuerdo. La decisión colombiana ahora está en manos de la sociedad colombiana.
A la distancia los ecuatorianos sentimos la alegría de este anuncio, porque de esta manera podemos visitar a la hermana República de Colombia, con la que nos une lazos de amistad históricos desde la Gran Colombia.
Iremos más tranquilos a disfrutar de la calidez de los hombres y mujeres, que con su espíritu patriótico y de trabajo hacen de Colombia un sector del mundo para disfrutar de sus paisajes y encantos naturales, de su música y de su historia y de sus adelantos como nación.
Nos imaginamos cuánta alegría debe experimentar la sociedad colombiana, sus instituciones gubernamentales, públicas y privadas; sus nuevas generaciones que tienen la más alta responsabilidad de desarrollar un pueblo en base a la formación educativa que reciban de sus instituciones educacionales.
En ellas está inmersa la Universidad que intervendrá en las nuevas investigaciones y hacia dónde quiere llegar; y para todo aquello habrá reforma en su Carta Magna.
Saludamos con alegría a los hermanos colombianos que hoy viven en calidad de refugiados en nuestra patria, para ellos ya no habrá razón por que huir de su patria.
El plebiscito en el cual los colombianos dirán en las urnas si apoyan o no con el acuerdo suscrito en La Habana, será un gran día cívico en Colombia.