Su obra mide cerca de cuatro metros de alto y un metro 20 centímetros de ancho. Hacerla le tomó diez días, trabajando ocho horas diarias, para darle forma a los troncos de árboles de algarrobo, muyuyo y licuanco.

“No es la primera vez que la fabrico, ya lo he hecho antes, pero ha sido de 1,65 metros de alto, con puro palo del muyuyo”, dijo el artesano. 

Explicó que al no conseguir un palo de este árbol que mida los cuatro metros, utilizó el algarrobo como base.

Castro señaló que la Torre Eiffel manabita pesa más de tres quintales y la fabricó bajo pedido de uno de sus clientes de Jipijapa, por lo que le está dando los últimos retoques en su taller ubicado en el recinto Santa Rosa, en la vía principal desde Sancán hacia Jipijapa.

Más artesanías. “La selvita de Alfredo” es el rótulo con palos del muyuyo que Castro ha colocado en el ingreso a su casa, donde exhibe las diversas artesanías que elabora a base de este árbol. El balcón de su vivienda también luce una decoración rústica con esta madera. 

Sillas, perezosas, juegos de sala, banquetas, lámparas, carretón, macetero y hasta una bicicleta, forman parte de los trabajos que ha hecho y que tiene a la venta. 

El artesano aseguró que la calidad es buena, pues tiene clientes que compran sus artesanías desde hace más de 15 años y los enseres están intactos. 

El precio depende del tamaño de sus obras. Por ejemplo, un juego de comedor con cuatro sillas cuesta 150 dólares, mientras que la Torre Eiffel está en 220 dólares, explicó Castro.