Los equipos desplegados siguen levantando escombros con la intención de buscar posibles desaparecidos, ya sin la esperanza de hallar personas con vida y con la certeza de que el balance definitivo de muertos en el desastre está próximo a conocerse. En Amatrice, una de las más afectadas, ya se aprecian los primeros signos de normalidad: se han restablecido algunos servicios básicos, las comunicaciones telefónicas han sido reparadas, hay menos ambulancias, menos personal de los equipos de rescate y menos medios de comunicación en el lugar. Ayer el papa Francisco anunció que “apenas sea posible” se trasladará a las zonas afectadas por el terremoto de 6,2 en la escala Richter.